- Sí y tú también lo estás. - respondí aquella vez aún con una sonrisa.
Así fueron los meses pasando. Cuando alguno estaba aburrido acudía al otro. También pasaba lo mismo cuando solo queríamos compañía. Ese fue el caso de la cena en casa del senador Galván.
- ¿Entonces quieres ser abogada? - Santiago había decidido mirarme al notar mi silencio.
- Sí. - mentí. Eso era lo que mi madre querría que dijera. Y justo eso es lo que hacía siempre.
- ¿Son novios? - volvió a preguntar la abuela de Alan.
Siendo sincera todo era bastante incómodo. Su familia solo buscaba perfección, carreras excelentes y futuros prometedores en el campo de la política. Me daba lástima por mi amigo, con razón no quería estar solo en la cena.
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Le dicen amor
RomanceLa vida está llena de sorpresas, unas buenas y otras no tan buenas. Vivir al máximo es la clave, y amar profundamente es la llave a la felicidad. ¿Qué harías si el chico que te gusta está a punto de morir? *Esto es una historia corta con sentimiento...