Los boletos de avión los había comprado mi papá para que mi querido suegro no notara nada raro en el estado de cuenta de su hijo ni mi madre en el mío.
Tomamos el metro hasta llegar a un pueblo en donde mi novio no sería reconocido por ser hijo de un senador. De ahí fuimos al aeropuerto en donde ya estábamos esperando para abordar.
Alan tomó mi mano al percibir mis nervios.
- Todo va a estar bien. - susurro antes de darme un tierno beso en la mano.
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Le dicen amor
RomanceLa vida está llena de sorpresas, unas buenas y otras no tan buenas. Vivir al máximo es la clave, y amar profundamente es la llave a la felicidad. ¿Qué harías si el chico que te gusta está a punto de morir? *Esto es una historia corta con sentimiento...