Al día siguiente me desperté con los ojos hinchados de tanto llorar. Fui a la universidad como de costumbre y luego terminé en el apartamento de Alan. Le conté todo lo que había pasado el día anterior y él lo solucionó con un abrazo que me hizo sentir segura.
Los días pasaron y todo se calmó. Había aceptado mi realidad, sin más.
¿Tenía otra opción?
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Le dicen amor
RomanceLa vida está llena de sorpresas, unas buenas y otras no tan buenas. Vivir al máximo es la clave, y amar profundamente es la llave a la felicidad. ¿Qué harías si el chico que te gusta está a punto de morir? *Esto es una historia corta con sentimiento...