6

27 2 0
                                    

- He escuchado que para los humanos estos harapos son elegantes y importantes por eso mi hermano y yo nos pusimos esto para lucir bien está ocasión especial JOJO! - Exclama el demonio, su voz parece salir de diversas direcciones.

Un ardor llega a su pecho y espalda, la sangre baja lentamente por su cuerpo, an nacido cuatro heridas en su pecho y en su espalda, todas con la misma forma y profundidad.

- Su hermano!!! , debe ir por los chicos mierda no están listos, Bert está débil, Naroa no está en condiciones para pelear y el enano es muy... - Antes de acabar su pensar es interrumpido por un golpe interno en los pulmones, de la nada una herida se abre a lo largo de su abdomen, de esa extraña manera más heridas se abren por todo su cuerpo, son en diferentes tamaños, profundidades y en las formas como si cada una fuese de un arma y una lucha diferente. - Vamos, no puedes seguir mi ritmo te estas volviendo lento J.C. - Exclama el falso sacerdote mientras aparece frente a él, su perturbador ojo se clava en el rostro del hombre - Creo que estas asustado o tal vez solo te impresiona que sepa tu identidad y varias cosas sobre ti JOJO! - Pausa su voz un momento para hacer una reverencia elegante y poco convencional en un demonio - Soy Akui hermano gemelo de Okui, somos los gemelos disparejos del averno.... ¿Recuerdas?, la batalla donde perdiste al ultimo miembro de tu equipo y donde mi hermano te otorgo la cicatriz de tu muslo derecho, ¿Dolió mucho?, ¿Devoró la mayor parte del muslo con un bocado?. Increíble lamento no haber estado allí para ver tu expresión JOJO, por cierto casi lo olvido los pequeños bastardos son la cena de Okui -Al terminar su discurso sonríe alegremente, su ojo destella placer y su extraño cuerpo casi entra en una rara danza de orgasmo...

En su mente se detiene el tiempo, sus ojos son llevados a una noche silenciosa, tranquila y lenta muy lenta. Miro otra vez como moría su último hermano, sabe como pasaría, no es la primera ni la décima vez que tortura su mente con esté suceso pasado, más allá de sentirse culpable, carga en sus hombros el peso de las muertes de sus alumnos y teme en el fondo de si mismo que pase lo mismo con sus hijos.
Su rodilla derecha se quiebra sola como si fuese magia, al estar hincado el demonio se acerca se pone en cuclillas para estar ala misma altura -¿Sabes?, ni si quiera el legendario León Arslan podría resistir a mis ataques- Exclama Akui. El guerrero no responde solo mira el suelo, una rápida y ligera brisa llega a ambos, el demonio gira su cabeza y un fuerte rodillazo le envía a varios metros de distancia, al ponerse en pie una hermosa espada dorada atraviesa su ojo dejándolo clavado en un muro -JOJO me golpeaste con la rodilla rota, eres mejor de lo que creí - Grita el extraño ser esperando alguna respuesta pero nadie contesta y al parecer el hombre se a marchado, Akui busca su energía y presencia pero solo encuentra silencio y ausencia...
- Maldito como te atreves a ignorarme, estás muerto- Grita el demonio borrando la estúpida sonrisa de su deforme rostro, se mueve hacia delante hasta atravesar toda la espada segundos después la herida a sanado devolviendo su ojo ala normalidad... Frente a el ser se encuentra el silencioso guerrero dándole la espalda, el rose de la afilada hoja con su vaina produce un ligero sonido , al entrar completamente Akui abre mucho más su ojo - ¿Esas espadas son? - Se pregunta así mismo impresionado, una linea horizontal interrumpe su pensar, su vista se distorsiona partiéndose en diversas partes...

De repente múltiples cortes aparecen en el cuerpo del demonio, mutilándolo por completo, las extremidades se desprenden, su cabeza es arrebatada del cuello, en su tronco se forma un asterisco y caen sus partes al suelo en forma de rebanada de pastel o slide de pizza.

- No lo matará pero tendré tiempo suficiente mientras se une- Analiza el habilidoso hombre, a pesar del veneno en su organismo y las heridas logra moverse rápido.

~o~
Muchos árboles están en llamas, varías partes del suelo están congeladas, cada uno de los espectros deformes a sido acabado, es un gran campo de batalla.
-¿Ganamos Nana?- Pregunta Bertseker con su katana al frente sosteniéndola con su mano derecha, al parecer su brazo izquierdo a sido desmontado, la sangre recorre pequeñas partes de su cuerpo -Parece que si. ¿Estas bien? - Exclama Naroa, ella no tiene herida alguna ya que lucho a distancia invocando fuego por precaución a su embarazó mientras el pequeño se encuentra pálido como un papel y temblando de miedo, esos son iguales a las criaturas del cuento de Arslan y le causan temor...

-Tienen talento an aprendido bien pero no son suficiente, si quiera serán un aperitivo - Dice una voz grave y varonil, en un segundo un hombre más alto que su padre está atrás de Bertseker, este también lleva ropaje de sacerdote, sus músculos resaltan en la tela, su cabello es largo esta atado en una cola de caballo, su barba es muy tupida y un tanto larga, sus ojos son diferentes el derecho es un ojo de humano color gris y el izquierdo solo es un círculo negro, no tiene nariz solo los agujeros como un esqueleto, su boca no logra verse debido a su negro bello facial.

Una gota de sudor recorre la cara del niño, sus nervios le impiden pensar con claridad, ésta cansado y lastimado pero al igual que su padre es un líder nato....El miedo le invade ese hombre tiene un inmenso poder no es un espectro normal pero sus hermanos dependen de el.
Con los dedos gira la katana, lanza una fuerte estocada al mismo tiempo salta lanzando una patada mientras gira pero su maniobra es interrumpida por una patada otorgada por el talón del misterioso sacerdote, el negro zapato cubre su rostro la espada cae junto con unas gotas de sangre, el chico es tirado a unos arbustos destruyéndolos al caer....

-Bert- Grita la chica asustada no sabe si su hermano a muerto, su mirada no logra alcanzarlo y su aura a desaparecido, trata de invocar su elemento pero su mente y su cuerpo son varados por la impresión de haber perdido a uno de sus hombre citos.

-Será niña felicidades - Dice el hombre apareciendo frente a ella, extiende una de sus manos en dirección al vientre de la chica, el miedo la carcome por dentro paralizándola aún más...

Los Elegidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora