Solo un año más

El comienzo de una nueva vida

Izuku y Kirishima ya iban 2 semanas entrenando para convertirse en caballeros, el progreso de ambos era asombroso, tanto así que ya le ganaban a Kaminari e incluso podían dar pelea a Katsuki.

No fue muy difícil entrenarlos, ya que tenían bases en la lucha aunque sólo con armas, también practicaban combates cuerpo a cuerpo, ya que según Kacchan no siempre recurrirán a un arma en la batalla.

El que más se esforzaba era Izuku, el al inicio era un total desastre sin su arma, dependía mucho de la espada ya que su poder mágico salia a relucir con ella.

Ahora sus peleas son asombrosas, ganando hasta Kirishima, antes sufría una paliza ante el, pero con el paso del tiempo mejoró, aunque su fuerza no es algo de envidiar, su agilidad, velocidad, reflejos, pero sobre todo su inteligencia son superiores a muchos.

Claro que no todo es entrenamiento entre estos jóvenes, cada vez que se da la oportunidad, Denki y Katsuki, tratan de enseñarles el reino, como es sus costumbres, etc.

El día finalmente había llegado, Katsuki y Denki verían como les iría desde el balcón junto con la reina, era fundamental para Katsuki ver que tal le va a Izuku, pero también siempre debía analizar a los nuevos reclutas, ya que como príncipe, debe conocer las fortalezas y debilidades del reino.

Mitsuki, noto un leve entusiasmo en su hijo, cosa que era poco común, a él nunca le a llamado la atención nada, aparte casi ya no estaba en el castillo, pero su dragón sí, esto llamaba mucho la curiosidad de la gobernante de Aura, aunque ya habría otro día para investigaciones.

Todo el lugar estaba atestado de jóvenes, había más gente que otros, ya que ser guerrero en Aura era un gran honor, además la paga era muy buena y podías conocer lugares increíbles.

Muchos conversaban entre sí y presumian sus habilidades, todos tenían un cuerpo tonificado, con grandes músculos, cosa que siempre alababan.

Pero al ingresar Izuku y Kirishima, hubo un largo silencio, seguido de risas, nadie podía creer que unos niñatos participarán en algo tan importante.

Todo esto hizo que los nervios de Izuku se apoderaran de él, se sentía muy chiquito, frente a todas esas personas.

"Ya largate" "Esto es para fuertes, enano " "Como dejan participar a la basura" era lo que decían aquellos aspirantes a soldados.

Kirishima sabía que la mayoría de insultos no hiban para el, ya que aunque no era la gran cosa, si parecía un oponente formidable, pero su amigo comparado con el resto parecía un debilucho, si tenía musculatura, pero nada comparado con el resto.

Izuku estaba en una guerra mental, esas palabras le dolían, quería hecharse para atrás y dejarlo.

Sin embargo al alzar su vista, sus ojos se conectaron con el ojo rubí, por alguna extraña razón, su confianza regresó, ese rostro le llena de valor para continuar este tramo.

Dejó a un lado el desprecio de los demás y sólo se concentró en una cosa, impresionar a Katsuki.

-MUY BIEN PEDAZOS DE BASURA FORMESEN -

Al escuchar esto todos los postulantes formaron varias filas alrededor de una , se pararon de manera firme, con su mano derecha en el corazón.

La compuerta se abrió dejando ver a una persona extremadamente alta, tenía cara de perro y todo esto envuelto con un bozal, encima de sus hombros tenía pelaje que lo cubría, aparte llevaba un pantalón color café oscuro con unas botas de cuero. Media casi dos metros y su presencia provocaba un miedo incontrolable.

-Que mala suerte justo les tocó con hound dog, ese tipo es muy estricto con todos- menciono Kaminari.

-Bueno creo que es mejor, tenemos muchos caballeros, y eso ha hecho que aceptemos cada vez menos personas y para serte sincera ninguno me llama la atención - habló Mitsuki.