Capítulo 7: Preparativos (In)Completos

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"¿Así que perdimos la mitad de nuestra fuerza efectiva y nuestro comandante es un loco obsesionado con el éxito? Podría ser peor. Podrían darse cuenta de que nuestra guerra aun no ha cambiado.
-General Maxwell, tras salir de su reunión con los comandantes alemán y japonés."

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Campamento del Regimiento "Japón"

El híbrido de demonio recién había desaparecido. Schmidt musitó un "tsk" antes de girar sobre sus talones, chaqueta gris oscura flameando ligeramente por la acción en lo que el oficial enfundaba su pistola. Encontrando su mirada, se encontraba el general japonés Yuu Kuroishi, siendo escoltado por 2 soldados con la banda de "Policía Militar" en el brazo. Algo más atrás, se encontraba Maxwell hablando con algunos oficiales de su división, enterándose de forma preliminar del estado de sus tropas.

-En un gusto tenerlo aquí... capitán-Lo saludó Kuroishi, tras dar un rápido vistazo a sus galones de oficial-Aunque lo esperábamos más temprano, su llegada a sido oportuna. No puedo negar el alivio que me provoca que haya estado a tiempo para encargarse de tamaña amenaza para nuestras tropas que-

-Su regimiento tiene más poder de fuego que el mío, sin embargo, una sola compañía de los nuestros hizo lo que un regimiento de los suyos no pudo ni intentó-Ignoró deliberadamente el hecho de que él mismo había dado el golpe de gracia.

-Tendrá que comprender que carecen de experiencia bélica como ustedes-Contraatacó el japonés.

-Tiene razón-Reconoció el alemán.

-Ahora bien, sobre la llegada del regimiento...-Empezó a hablar Kuroishi.

-No vendrán-Fue la cortante respuesta del mago-O al menos, no el regimiento completo. Vayamos a la sala de mando y podré informarle de que diantres pasa en el frente.

El ceño del general oriental se ensombreció notoriamente, pero aun así guio al oficial al edificio que hacía de cuartel. Maxwell, tras asegurarse de que los magos atenderían a sus heridos, siguió al dúo acompañado de un par de sus hombres.

Al llegar, el alemán sacó un mapa de Norteamérica en el inframundo demoniaco, en el cual se podían observar varias flechas y anotaciones hechas a mano. Luego, empezó a señalar lugares a medida que hablaba.

-Los demonios han lanzado una contraofensiva sobre los americanos. Los pobres diablos a los que les tocó la defensa eran los de la 29° de Infantería. Fueron arrasados. Les pasaron por encima y cedieron muchos kilómetros hasta que lograron recomponer sus líneas. Esto abrió una brecha en las líneas americanas que llega hasta el Río Caedes. Afortunadamente, los demonios tuvieron que retirarse de allí por falta de efectivos, en lo que la 4° y la 38° de Infantería cerraban el agujero. El SUFOG tuvo que desplegar una división de emergencia allí, y nosotros, que nos encontrábamos sobrevolando el país en aquel momento, fuimos redireccionados a combatir a los demonios-El capitán se dio un momento para maldecir en voz baja-Maldito Phenex y su inmortalidad-Murmuró en voz baja.

-Pero ya están aquí. ¿No quiere decir eso que vendrán? Ya se estabilizó el frente-Preguntó y señaló el comandante japonés.

-No. El mando sabe que volverán a atacar. Han dejado al regimiento allí, y dieron órdenes de desplegar también al VI de Magos Alemanes y al IX de Magos Austriacos. El SUFOG, por su parte, desplegó a la 7° División de Asalto en el lugar, fuerte en 6.000 hombres veteranos y altamente entrenados. Para ponerle la guinda al pastel, concentraron a la 1° Blindada en la zona, expectante a contraataques. Como puedes ver, el Alto Mando está asustado, y mucho.

DxD: La guerra a la que fuimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora