El alma me pesa. Cada dia el alma me pesa mas y mas. Me pesa por amarte, por llorarte y por extrañarte. Me pesa gramo a gramo desde el dia en el que desapareciste, y no volviste. Me duele no tener tus abrazos fuertes, ni tus miraditas complices, me duele no tener tus visitas de improvisto cuando estoy toda desarreglada por la mañana, me duele no tenerte a mi lado. Me duele cada minuto, cada dia, cada semana sin tu amor.
Quizas simplemente extraño recibir un poco de tu amor que siempre me dabas. Quizas extraño nuestras peleas estúpidas o nuestros besos inesperados. Tus besos. Tus besos, que eran tan calidos y reconfortables y al mismo tiempo salvajes y descontrolados, tus besos son de aquellos que nunca se olvidan, por mas que lo desee e intente jamas lo lograre. Porque mi alma y corazón quedaron llenos de tu amor, de ese amor que no se encuentra en otro lado porque es simplemente único. Al igual que la mania que tenías de entrelazar nuestras manos y mirarlas como si fuera eso lo que siempre estuviste buscando. No te importaba que estemos caminando por la calle o en publico, acercabas tu mano hacia la mia hasta que se rozaran y luego entrelazabas nuestros dedos haciendo que encajaran de una forma divina. Como si hubiesen sido hechas para estar juntas. Como un rompecabezas.
Tu eras el rompecabezas que yo quería armar pieza por pieza hasta lograr descubrirte. Eras ese lugar en donde me sentía segura y protegida. Eras ese lugar donde regresaría una y mil veces sin importar lo que pase. Porque entre tus brazos todo era mejor, mucho mejor.
Me pintaste en un lugar donde el paisaje era divino y tu sonrisa única y verdadera, donde todo era soleado y no existían las tormentas, porque tu amor, nuestro amor lo podía absolutamente todo, ninguna nube podía arruinar nuestro paraíso. Tus ojos eran el cielo mas perfecto que alguna vez conoci y tus manos trazaban en mi ese recorrido que desearía que vuelvan a repetir. Pero simplemente por arte de magia, nuestra obra maestra se empezó a oscurecer, sin pedirnos permiso ni decir un porque. Las discusiones llegaron y con ellas la tormenta, aquella tormenta que lo destruyo y entristecio todo. Mi paisaje se había nublado, y no creía que algún dia se llegara arreglar.
Pero entre tanto caos te busque, y te busque, y jamas te encontré. Todo se estaba derrumbando poco a poco, y yo solo buscaba tus ojos, tus labios y tus abrazos. Buscaba mi refugio, mi lugar. Pero nunca apareciste. Recuerdo gritar con fuerza tu nombre mientras lloraba implorando que regreses. Pero fue en vano, porque tus ojos no estaban, tu sonrisa había desaparecido y tus brazos ya no me buscaban. Yo ya no era ¨tu lugar¨, pero tu, tu si seguias siendo mi lugar. Aquel lugar que me daba paz y protección.
Me sentía perdida al no tenerte, me sentía perdida al no tener tu amor. Mi alma estaba sola y a gritos te imploraba en silencio que volvieras. Y no lo hiciste, pero yo te seguía esperando. Pasaron horas, días, semanas y meses pero mi corazón roto, lastimado pero sobretodo ingenuo, seguia esperanzado en que volvieras.
Perdida estaba. Perdida estaba sin tus manos entrelazándose con las mias, sin tus ojos mirándome con alegría y sin tu sonrisa que me daba seguridad.
A mi paisaje le faltaba color, esperanza, amor y alegría, pero no me di cuenta que vos te adueñaste de mis colores.