Capítulo 9 (Grito, chillo y lloriqueo)

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Cuando me desperté a la mañana siguiente fue como si todo se me viniese encima. La noche anterior estaba tan enfadada que ni siquiera me había podido sentir triste, pero ahora...

Recordar como él me abrazaba, o me acariciaba. Recordar como me besaba o me sonreía.

Sin darme cuenta estoy llorando ¿Por qué? Él no merece la pena. Además, ni siquiera me gusta de verdad.

Vale, le dije que me gustaba. Pero solo porque me estaba presionando psicológicamente o por el momento... No se por que lo dije pero no fue mas que un entretenimiento y... no está tan bueno.

Me seco las mejillas con la manga del pijama y me levanto de la cama. Como todas las mañanas, me quedo un rato mirando mi armario para acabar poniéndome lo de siempre, vaqueros y sudadera. Termino de arreglarme y me estoy poniendo los tenis justo cuando Sofi viene a buscarme. Corro a la cocina a por algo de desayunar.

Salgo de casa con la mochila en la mano, el abrigo a medio poner y una manzana en la boca. Como puedo hago un intento de decir buenos días que suena más a gruñido, pero mi amiga no se como logra entenderme y también me saluda.

En el autobús prefiero no mencionar el tema de Ángel. Se que voy a tener que contárselo tarde o temprano pero no me apetece nada hablar del tema. Y como ninguna de las dos tiene nada que decir, me paso el trayecto mirando por la ventana pensando en mis cosas.

David se sienta junto a mi como siempre en cuanto la clase comienza, pero me mira diferente... Lo último que necesito es su lastima. Sonrío todo lo que puedo para que deje de sentirse mal por mi y no funciona. Enseguida nota que no estoy bien pero comienza a bromear para que piense en otra cosa.

Las clases se me hacen eternas, pero no solo por tener que fingir ser la puta persona mas feliz del mundo; sino porque no puedo evitar que mis ojos vayan hasta el chico que NO ME GUSTA cada dos por tres.

No me pasa desapercibido que aun lleva la pulsera que le di. Aunque estoy segura que ni se acuerda que la tiene puesta, porque no significa nada para él.

Cada oportunidad que tengo me río, y casi parece que le doliese, pero no me lo creo. La segunda clase termina y me levanto para buscar a Ash, porque es mi compañera en la siguiente hora.

Cuando me siento a su lado le cuento todo. Se que debería contárselo también a Sofi, pero no me entendería igual. Es decir, somos amigas de toda la vida y eso, pero no es la persona a la que acudirías por un problema con chicos o con ningún otro. En realidad no le cuento mis problemas a nadie. Y no se porque se los cuento a Ash, si apenas somos buenas amigas desde hace unos meses, pero de alguna forma se que me entiende.

-Oye, no quiero que te sientas peor así que si no quieres no te lo cuento... -Habla ella.

-No me siento mal. -Contesto rápidamente casi a la defensiva. Pensaba que mi actuación había sido perfecta, nadie lo ha notado a parte de David ¿Por qué ella si? -Cuéntamelo. -Le digo sonriendo más. Quiero saber lo que iba a decir, y espero no tener que insistirle mucho porque eso me haria parecer aun más patética.

-Esque... -Comienza ella. -No quiero que sufras más por él, porque... Kile me ha contado que... Ángel se fue contigo para que nos dejaras a nosotros a solas.

No Puede Ser.

Creo que estoy negando con la cabeza y se que mis ojos se han abierto completamente, pero en este momento no soy capaz de pensar claremente. Estas ultimas palabras se repiten en mi cabeza varias veces sin que pueda detenerlas o siquiera procesarlas.

¿Que significa eso? ¿Porque decirme que le gusto si no era cierto? ¿Nunca le he gustado?

Ya me lo imaginaba pero escucharlo en voz alta duele.

Diario 17 (Sin Terminar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora