ALFA MONSTRUO [BNIOR]

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 Esta es la segunda parte de la historia ¨Ordename alfa¨, por lo que te recomiendo que si no la leíste, vayas y lo hagas. Les ayudara para una mejor compresión de la lectura. 

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Jackson era un imbécil. Eso era todo lo que Jaebeom iba a decir de ese asunto porque lo que estaba haciendo definitivamente no era acoso.

Solo porque le gustara dormir en el área boscosa fuera del hospital en donde su compañero-Jinyoung-  trabajaba no tenía nada que ver con alguna cosa. Era una cuestión de gusto. A Jaebeom le gustaba ese sitio. El suelo era muy duro aquí, y allá había tanto espacio abierto con las copas de los árboles sobre su cabeza, que el sol podía derramarse sobre él entibiándolo para una siesta.

Y ya que el clima estaba comenzando a enfriar, mientras el verano cambiaba a otoño, bueno eso era en cierto modo importante.

No tenía nada que ver con el hecho de que Jinyoung trabajaba ahí. Él odiaba los hospitales, y si se saliera con la suya, su compañero nunca habría puesto un pie en uno, fuera por cuestiones de trabajo o por otra cosa.

Él no estaba acosandolo.

Las orejas de Jaebeom se torcieron cuando escuchó pasos. Nada nuevo. Estaba a tres metros del estacionamiento, así que escuchaba todo tipo de ruidos y olía todo tipo de aromas. Lo peor era cuando el viento se levantaba, soplando el olor de la gasolina y el humo de los carros hacia él; pero hoy no tenía ese problema. Hoy día su único problema era esas pisadas que se estaban acercando.

No se movió. Fingió dormir, aun cuando la persona que caminaba hacia él estaba justo sobre él, mirándolo.

—Sabes que hay mejores lugares para tomar una siesta —dijo Jinyoung— ¿Qué, si una de esas personas por las que constantemente estás preocupado viniera por ti? Podrías lastimarte a ti mismo aquí afuera.

Poco probable. Jaebeom había sabido que era su compañero el que venía por la forma en que sus pisadas habían sonado. Jinyoung tenía una manera de caminar que parecía distintiva en él. El alfa no creía que hubiera alguien más en el mundo que tuviera unas pisadas tan ligeras porque sí. El humano debía haber sido bailarín.

Para probarle qué tan preocupado estaba de las advertencias, Jaebeom arqueó el lomo y estiró las patas. Dejó salir un ruido sordo cuando terminó y dejó que su cuerpo se volviera gelatina sobre el tibio suelo. Eso se sentía bien.

—Estás loco —Jinyoung dijo, y el hombre de hecho se acercó y se sentó a su lado.

¿Qué estaba haciendo? Iba a manchar su traje de médico.El alfa lo miró cuando escuchó el sonido del papel de manteca arrugándose, notando el olor del pan con pollo y mayonesa.

El chico le sonrió.

—Ahora tengo tu atención. Ya veo a quién amas realmente.

Como si pudiera haber alguien más, pero Jaebeom no pudo quitar la mirada del sándwich. Ensalada de pollo, por la apariencia, su favorita. No solo su favorita sino que de la tienda que verdaderamente sabía hacerla. Llena de grasa y calorías, simplemente perfecta.

Además de Jinyoung, eran los únicos humanos que valían la pena en lo que a él concernía, y solo porque le podían hacer una buena comida.

—Te daré la mitad si sales de esa forma de lobo y conversas conmigo —dijo Jinyoung, y de hecho ofreció el sándwich a su compañero, como si le presentara una ofrenda.

Pequeña mierda. Jaebeom se movió y entonces bostezó cuando cambió a su forma humana de nuevo.

—¿Sabes? En realidad no soy un lobo —dijo.