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Jinyoung apenas podía sostenerse en la cama mientras Jaebeom se estrellaba contra él. Sus nudillos estaban blancos mientras se agarraba de las sábanas.

Jaebeom no había estado jugando. No estaba siendo amable, y esta era exactamente la manera que a él le gustaba. Jaebeom había usado un dedo a la vez para preparar su cuerpo, pero en el segundo que  decidió que Jinyoung estaba lo bastante resbaladizo como para manejar su verga, todos los planes se fueron por la borda.

Era como si el hombre hubiera dejado salir algún el lado salvaje para que jugara, y Jinyoung siempre cosechaba los beneficios de eso. En verdad siempre disfrutaba cuando estaba metido en eso también. El aumento de calor dentro de su cuerpo mientras la polla de Jaebeom lo estiraba ampliamente una y otra vez, hacia adelante y hacia atrás, empujando y jalando... era casi demasiado para que lo pudiera manejar.

Jinyoung ya se había venido. Jaebeom le había provocado un orgasmo con la manera en que su polla se arrastraba constantemente a través de su próstata, pero su erección había permanecido, y el calor en su cuerpo, la sensación de crecer hasta elevarse no se fue a ningún sitio.

Jaebeom sin duda no había terminado. Aunque el hombre había gruñido cuando el agujero se había apretado alrededor de su verga, no se vino.

Asombroso. Normalmente lo hacía cuando Jinyoung era el primero en tener un orgasmo de esta manera. Parecía que iba a tener que trabajar un poquito más duro antes de que hacer que su compañero tuviera la misma reacción.

Al menos eso era lo que Jinyoung había querido. La realidad era que apenas podía pensar en aumentar el placer de Jaebeom cuando no podía hacer mucho, excepto concentrarse en el suyo propio. Él estaba tan ido que probablemente estaba siendo un poquito egoísta por tomarlo para sí mismo, pero no pudo evitarlo. Cerró los ojos apretadamente y se enfocó en evitar ser barrido como la mierda de la cama.

Los fuertes sonidos en la habitación como de bofetadas fueron, cada uno, pequeños indicativos de cuán cerca al borde estaba siendo empujado.

En serio. Estaba realmente cerca al borde del colchón. Aún con la cabeza abajo y el culo al aire, no conseguía agarrarse bien de las sábanas.

—¡Jae-Jaebeom! —Jinyoung gritó, en parte de placer, y en parte tratando de advertir al hombre de que estaban a punto de caer por el borde de la cama.

Pero el alfa parecía perdido en su propio mundo. No estaba ahí con él. Estaba en esa placentera bruma del instinto y la jodida.

Jaebeom había tratado de explicarle a Jinyoung una vez antes, pero él pensaba que apenas había entendido de lo que este otro le había estado hablando.

El instinto de joder y reclamar a su compañero podía ser tan fuerte, que con frecuencia el lado animal tomaba tanto, quizás aún más, control que el lado humano de Jaebeom.

Por lo general, Jinyoung amaba eso, y lo haría ahora si no estuviera mirando la alfombra del piso desde el mismísimo borde de la cama.

Aunque sentía pánico de caer, todavía gimió y se estremeció del placer de tener su próstata rozada una y otra vez.

Y entonces la gravedad, el depredador natural del hombre, empezó a hacer efecto. Jinyoung gritó mientras perdía el contacto con las sábanas y caía. Hubo un agudo dolor en su parte trasera cuando la polla de Jaebeom se salió de él rudamente de un tirón al caer.

Afortunadamente, no era que la cama estuviera tan elevada del piso, y además estaba también la suave alfombra para contenerlo. Las manos de Jinyoung salieron disparadas hacia adelante para evitar golpearse la cara, y entonces todo el resto de su cuerpo cayó también.

ALFA MONSTRUO [BNIOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora