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Cazadores. Eso quería decir humanos.

—Quédate aquí —dijo Jaebeom, mirando de reojo a Jinyoung mientras salía volando de la cama. Escuchó los sonidos de la ropa desgarrándose mientras se la arrancaba. No estaba totalmente destrozada, pero estaría arruinada para ahora.

Una lástima, ya que tenían el olor de Jinyoung. él había planeado conservarlas si su compañero elegía irse de vuelta a su vida normal.

—Espera —Jinyoung lo llamó, luchando por ponerse la ropa en vez de sacársela.

Jaebeom abrió la puerta de un tirón, gruñendo tras de sí.

—¡He dicho que te quedes aquí! ¡Cierra la puerta con llave! —agregó, cerrando de un portazo al salir.

Si Jinyoung pensaba que iba a salir y seguirlo hacia alguna zona de peligro entonces estaba muy equivocado. Jaebeom dejó que el animal dentro de él saliera, y eso fue fácil porque olió sangre. La sangre de un omega de hombre-lobo.

¿Todd o Colten? La mente de Jaebeom se estaba precipitando casi al frenesí, y estaba teniendo dificultades para distinguir los olores.

Eso era malo. No quería dejar que la bestia dentro de él tuviera mucha libertad. Si eso pasaba, él podía dormirse mientras la bestia tomaba el control para actuar. Y ella jugaba duro.

Control. Necesitaba mantener el control. No ansiaba aquello más. Jaebeom había batallado para mantener el control a través de los años, y estaba decidido a conservar algo de ello.

Aún así, permitió que el estúpido animal dentro de él, saliera, al menos un poquito.

Lo iba a necesitar para esto. Era buena cosa que Jinyoung estuviera fuera del camino.

Jaebeom paso a través de los pasillos viendo apenas a los otros delante de él, o que iban a su lado.

La cara de uno de los suyos estaba más larga, más oscura, con pelo, mientras que estaba a la mitad en su forma de wolfhound y preparándose para cargar contra quien fuera que había entrado a la propiedad. Hunter ya estaba en su forma de wolfhound, y sus garras se clavaban en el piso de madera bajo él mientras se adelantaba.

Jaebeom se sintió a sí mismo en algún sitio en el medio. Los dedos de sus pies formaron garras que también raspaban la madera, sacando trozos de ella. Sus manos eran una forma distorsionada de sí mismas, sus dedos largos y sus nudillos gruesos e hinchados. Sus uñas fueron cosa del pasado cuando se habían transformado en garras, y la criatura dentro de su cabeza  estaba ya salivando ante la idea de clavarlas en la cara de algún estúpido intruso.

No se preocuparon por las escaleras cuando llegaron allí. Todo el mundo saltó hasta el primer piso, en donde la pelea ya se estaba llevando a cabo.

Otros estaba en su forma de wolfhound, gruñendo y mordiendo los humanos en armadura negra, que estaba haciendo todo lo posible por defenderse con lo que parecía una cachiporra. Solo que parecía tener chispas azules que salían del otro extremo.

Fantástico. Estaba electrificada. Jodidamente perfecta.

Yugy parecia tener complicaciones,  la hubiera lo tenido más fácil con su atacante si una pata de atrás no estuviera colgando lisiada detrás de él, como si estuviera rota o herida de alguna manera.

Bambam yacía a un costado, sus ojos cerrados y un hilo de sangre deslizándose por un costado de su frente. Los pelos del cuello de Yugyeom estaban erizados mientras se paraba frente a su compañero humano, gruñendo y ladrando a los tres humanos que intentaban acercarse.

ALFA MONSTRUO [BNIOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora