una chica que intenta parecer profesional, pero
ante aquel hombre se le hace imposible aquello,
descubre quién es aquel hombre con sus tatuajes
enigmáticos y su oscuro pasado.
𝐀𝐃𝐀𝐏𝐓𝐀𝐃𝐀, 𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐄𝐋 𝐂𝐑𝐄́-
𝐃𝐈𝐓𝐎 𝐀 𝐒𝐔 𝐄𝐒𝐂𝐑𝐈𝐓...
Tomé una respiración profunda, abrí la puerta del baño, y me dirigí hacia la sala de estar, esperé verlo haciendo la cama en el sofá, pero ya no estaba allí. revisé la cocina y el comedor, ambos vacíos.
Su archivo estaba abierto y esparcido sobre la mesa del comedor, las fotos de la escena del crimen y un correo electrónico del Profesor Clancy estaban en la cima de la pila. El correo era breve, pero contenía una severa advertencia contra involucrarse con Noa, reiterando la violencia en la escena del crimen, maldita sea, no tenía la intención de que Noa viera esto, corrí hacia el pasillo.
Noa estaba retirándose por el pasillo, pero cuando llamé su nombre, él se detuvo y se volvió hacia mí.
—Por favor. —fue la única palabra de súplica que pude verbalizar
Quería decir tantas cosas, por favor quédate, por favor no me dejes, por favor no seas el hombre que dicen que eres...
El pareció entender en un nivel tácito y comenzó a caminar hacia mí, me encontré con él a mitad del camino, como atraída hacia delante por una fuerza mayor.
—Esas cosas en mi archivo.—suspiró y se frotó la cara con las manos— No soy seguro, tú ni siquiera me conoces
—Te conozco mejor que nadie. Confío en ti.— sabía una cosa con certeza; no quería que se fuera.
— Danae...—mi nombre en sus labios era el sonido más suave, su voz ronca y profunda era increíblemente sexy.
— ¿Qué? —susurré , dando un paso más cerca.
— Sobre el asesinato...—apretó los puños a los costados.
Mi estómago se cayó, oh mierda, tal vez esto fue una terrible idea, Noa no parecía violento o peligroso para mí , pero ¿ qué tan bien lo conozco realmente? Ni siquiera él se conoce
—Honestamente no creo que tenga en mi... hacer algo así, tuvo que ser en defensa propia, pero la verdad es que no lo sé con seguridad, pero quiero que sepas, que puedes confiar en mi estando aquí contigo.
Me tragué el nudo en mi garganta, y lo miré a los ojos. Eran sinceros, amables y estaban puestos en mí, buscando perdón, confianza, esa era la única cosa que tenía para ofrecerle, después de que se había abierto a sí mismo para ayudar en mi investigación.
—Lo sé.
Él se quedó callado por un momento mientras me estudiaba.