Lo primero que pensó Kang Millie al despertar fue en que realmente si había un hombre en su casa.
La noche anterior había sido difícil rechazar la buena oferta de Jae.
Lo deseaba y sudando de deseo se había metido a las sábanas frías que le hicieron compañía.Era tan anticuada, se pensó durante toda la velada. No había siquiera podido dormir bien.
¿Se habría enojado?
Al final era hombre, que como todos, les caga quedarse con las ganas de coger.Y es que por más que quisiera dejarse llevar, era todo más complicado.
Le estaba gustando mucho.
Sólo llevaba día y medio en su casa y lo único que veía cada que cerraba los ojos era en su preciosa sonrisa con hoyuelos incluida.Si al menos lo hubiese conocido desde hace mucho atrás .., habría ido sin pena tras él.
Se levantó de su cama, se metió a duchar como primera acción del día y se alcanzó un vestido largo, pero muy delgado.
Como recompensa por lo anterior, se le había ocurrido proponerle a Jae ir de picnic.
Según el señor Kim Tae Ho, su mayordomo, le había dado su recado. Y de vuelta toco la puerta de Millie para hacerle saber su mensaje."Encantado de ir de picnic, te espero en la cocina".
Para cuando se volvió a el espejo para darse un último visto, tomo uno de sus sombreros para el sol y bajo en su búsqueda.
Le sorprendió demasiado verle con una canasta lista en su mano mientras bebia un caliente café.
Llevaba puestos unos pantalones color café claro ajustados, una camisa delgada y blanca, pero lo que le parecía aún más atractivo en el, eran los lentes de sol. Todo un hombre de ciudad.
Tan sólo esa vista era suficiente para hacerla sentir acalorada.
¿Porque era tan atractivo?
No lo entendía.
O aún más intrigante era el; "que tan escondido estuvo todo ese tiempo para que ella lo pudiese encontrar".Tomo una bocanada de aire y camino hacia él.
─Buenos días, Millie
Tal vez serían los mejores >buenos días< que había conseguido en años.
─Buenos días para ti también, ¿has desayunado?
─Sólo café, aunque eso junto a la preciosa vista que me has regalado me han provocado calor .., o quizá sea solo el clima
Definitivamente Jae estaba dispuesto a acercarla más a él.
No deseaba una noche como ayer.
Desde ahora sería un propósito despertarse con la intención de que ella estuviese a su lado y esos buenos días se los dijese estando recostada en su cama.Por su parte Millie, carraspeo la garganta y busco una taza. Quería un té de miel.
─¿Buscas algo?
─El frasco de miel
─Oh, se ha acabado. Supuse que estarías por bajar y me tome el atrevimiento de hacerte el té. Tus cocineras me comentaron que acostumbrabas tomarlo cada mañana
Le puso la taza aún tibia en sus manos. Halagada y agradecida lo recibió mientras le daba un sorbo.
Era delicioso.─No era necesario que lo hicieras, pero muchas gracias
Jae esbozó una sonrisa y mientras veía el móvil espero pacientemente que ella terminará su bebida.
Al término, ambos salieron y buscaron un buen lugar para pasar la mañana. Por supuesto, Millie sabía de un lugar correcto. Donde incluso había un pequeño lago con patos. Quería mostrarselo.
Y lo hizo.Era obvio que a él le agradaría.
Cualquier persona de ciudad estaría agradecido con esos paisajes.─Ésto es lo segundo más hermoso que he visto desde mi llegada
─¿Lo segundo? ─asintió y sonrío con sinceridad.
─Lo primero fuiste tú
Sus mejillas volvieron a ser atacadas por ese rubor rojo y se sintió como si sus latidos fuesen más fuertes.
No tenía intenciones de enamorarse.
Eso no debía pasar.
Así que por su bien, tenía que dejar de lado sus emociones.─Eres muy bueno en lo que dices ─Jae dejo salir con libertad una carcajada. Si, definitivamente era muy complicado convencerla de ser libre.
─En fin, ¿almorzamos?
Millie se conmovió en un tris al ver cada cosa que su acompañante sacaba del cesto.
─¿Hiciste ésto tú?
─Por supuesto. Quiero mostrarte que vivir en la ciudad también tiene sus lados buenos. Aquí un ejemplo
Eran muchos platillos. Y al probar de uno dejo que sus lágrimas brotaran.
─¿Sabe mal? ─negó de inmediato.
─Nadie a parte de mis cocineras me ha cocinado, nunca .. gracias, de verdad gracias
Millie no era la única que se sentía extraña.
Jae estaba experimentando deseos nuevos.Hacerla sentir bien con su compañía.
Tenerla para él en su cama.
Cocinarle cada mañana.Se miraba tan delicada que esos pensamientos pasaron como relámpago por su mente.
Pero también debía por su bien, deshacerlos.
El solo estaba ahí para servirle.
Para complacer sus fantasías.
No era más que un cuerpo por el cuál ya habían pagado.
Sumergido en aquellos vagos pensamientos no se percató que la señorita a su lado le veía con suma atención.Era absurdo que estando solos y él completamente dispuesto a pertencerle siguiera en modo tímido. Le vio levantarse también, caminaba por la orilla del lago mientras quitaba sus zapatos. Su espalda era aún más fascinante.
Tomó valentía y se puso de pie.
Quitó su vestido, se acercó desde otro en sigilo. Afortunadamente no estaban aquellas criaturitas que gozaban también del agua.
Se adentro y al hacerlo, Jae la vio.Desnuda, dispuesta, completamente lista para pertencerle.
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Un Acompañante de Lujo [Jaehyun]
Fiksi Penggemar"Él era el secreto mejor pagado de toda mujer de alta sociedad. Solo estaba al alcance de aquellas que podían pagar por sus exquisitos servicios y Kang Millie era una de ellas. Aunque fuese por poco tiempo disfrutaría de su compañía. Nadie les advi...