Yo Si (Sebastian X Alois)

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7:Dormir.
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Después de llevar consigo dos libros bastante gruesos regresaron a la mansión. Como era tarde Sebastian fue directo a la cocina para preparar la cena, algo simple y ligero para que Aloia no despertara por la noche, algo de fruta, pan.
Alois ya estaba por terminar el capítulo dos de uno de sus libros, durante el trayecto el rubio había comenzado a leer y vaya que se había apegado a la historia y aún faltaba más.

_!No puede ser!.. Esa chica esta completamente cuerda y la encerraron.. Solo ella puede descifrar todo, lo se.

_Highness, deje un poco el libro y cene.

Dijo el demonio trayendo consigo un carrito con una bandeja que portaba la cena.

_Uhm, Sebastian._ dijo el un puchero._ quiero seguir leyendo.

A ojos de el mayordomo el chico haciendo puchero era una ternura, que no resistió y, alejándose de el carro, fue a donde el rubio y lo beso tomándolo de la cintura y la nuca. Tan lindo y suave, pero quería más de ese niño.

_Después puede seguir, primero es usted y su salud.

(Tan atentó.)
El rubio bajo el libro, no sin antes poner un separador, y comenzó a comer lo que el mayordomo había preparado para el.

_Delicioso.

_Lo mejor para mi amo.

_Sin duda Ciel debe extrañarte.

El mayordomo puso sus dedos largos en los labios de Alois para callarle.

_No menciones ese nombre. Solo tu y yo.

El niño asintió y comenzó a tomar su cena para ir a la cama. Para el mayordomo solo quedaba hacer la revisión nocturna de la mansión, cada habitación, por el jardín y los alrededores de la misma. No quería que a su lindo Highness le pasara algo malo.
Cuando entro a la habitación de Alois, claro tocando primero para recibir aprobación, lo miró con ese camisón blanco de seda que le quedaba divino, el cuello y hombros del muchacho siendo expuestos al igual que esas bellas y alargadas piernas que, en algún momento, quería que estuvieran bien abiertas al rededor de su caderas mientras de movían frenéticamente, vaya que quería eso.

_Sebastian, ¿puedo pedirte algo?.

_Lo que usted quiera, Highness.

El chico bajo la cabeza tocando el borde de las mangas de su mayordomo.

_¿Podrías dormir con..migo?._ susurro, el mayordomo solo le miro y fue donde el chico continuó._ si.. Si no quieres.. No.

Susurro con un nudo en la garganta que se intensificó al ver que el mayordomo salia de la habitación. No podía respirar, sus manos y su labio inferior temblaron y una lágrima rodó, no debió preguntar, no podía ser más tonto. Temblando se levanto y fue a la puerta, asomo la cabeza y no miro a Sebastian, mas lágrimas rodaron y cerro la puerta con seguro y fue a su cama haciéndose bolita.

Esa noche el Conde lloro hasta que se durmió, sin saber que de el otro lado de la puerta, Sebastian, había intentado entrar para dormir con el.

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Espero y les guste.

No odien a sebasu chan 🙏

karinasatan❄