Acto 16

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¡Buenas noches! Sigo viva y todavía me acuerdo de que tengo historias que actualizar. Bueno, al final lo que cuenta es que he regresado y he traído la continuación de esta historia. Cuesta creer que ya casi cumple un año desde que subí algo, pero ya saben, a veces hay cosas que ocupan todo tu tiempo y vida. Sin más que agregar, disfruten del capítulo y una enorme disculpa por la tardanza. Pero lo mejor siempre se hace esperar —Rasen justificando su ausentismo desde tiempos inmemoriales.

La vida se tiñe tanto de blanco como de negro

Durante toda la travesía que los conduciría a su objetivo de ensueño se mantuvieron a la expectativa. Sabían que una recompensa como esa sólo existiría dentro de sus sueños más locos. Probablemente todo se trataba de una descarada treta.

Querían declinar la propuesta, mas era tarde. La nave aterrizó y ambos fueron guiados hacia la salida más próxima.

Bajaron con un par de maletas en compañía de esos dos adultos que no dejaban de cuchichear sobre lo maravilloso y espléndido que resultaría ser el parque de atracciones. Para cuando reaccionaron ya estaban frente a una enorme puerta de hierro que era el acceso al mundo de fantasía que se escondía tras muros robustos de piedra.

Había un gigantesco castillo con coloridos establecimientos, cientos de globos y muchísima diversión.

Las puertas se abrieron, mostrándoles toda la magia que se había materializado en ese sitio de ensueño. La gente reía y disfrutaba de las atracciones, de la comida. Todo era demasiado brillante que los cegaba.

—De verdad estamos en...

—D*****land...—concluía el rubio.

—¡Esto es grandioso! —profesaron ambos.

Sus rostros estaban iluminados, tan llenos de júbilo y esperanzas.

—Sabíamos que les encantaría. —Tentei notó que no cabían en sí mismos.

—¿Y saben qué es lo mejor de todo? —preguntó Dai—. Que tendrán todo el día para disfrutar de este grandioso sitio. ¡Así que vayan y disfruten!

No tuvo que repetírselo dos veces. Ese par de niños salieron corriendo como si fueran liebres asustadas.

—¿Funcionará? —El pelirrojo interrogó a cómplice.

—Tiene que. De todos modos, si no funciona nos devolverán nuestro dinero.

—Es bueno saber que hay garantía. Porque esto nos ha salido un ojo de la cara.

—Valdrá cada centavo.

Los adultos quedaron rezagados, prácticamente en el olvido. Todo lo que ocupaba sus infantiles mentes era qué harían dentro de ese monumental parque de atracciones. ¿Probarían la comida o pondrían a prueba su valentía con las monstruosas montañas rusas? ¿Y si mejor hacían un recorrido por la casa del terror o se tomaban fotos con los personajes icónicos? Tanto por hacer y tan poco tiempo para ello.

—Al principio creí que nos querían ver la cara y estaban fraguando algún plan perverso, pero me he equivocado —hablaba Hachi atragantándose un enorme algodón azucarado.

—Tal vez no estén tan podridos por dentro como imaginábamos. —Raiko por su parte disfrutaba más de un par de brochetas de carne—. ¿Cuánto crees que les haya salido todo esto?

—No lo sé. No debe de ser barato.

Discurrieron entre la multitud, mirando con gran fascinación. Se sentían en un bonito sueño.

—Vayamos a ese sitio. —Hachi señaló una grotesca y tenebrosa casa embrujada.

—¡De ninguna manera! No vamos a entrar a ese sitio y punto.

Once upon a time there was You and Me [Precuela de Blood and Roses]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora