Acto 7

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Ye aparecí. Sí, sé que están conmocionadas, mas así soy yo. Pero dejemos el drama de mi ausencia y el hiatus para otra madrugada. Disfruten de la montaña rusa que tengo para ustedes y bueno, que vivan los shippeos intensos.

La educación es fundamental en el desarrollo de los niños. O tal vez no

Desde que inició la semana recibió una orden simple y directa. Una que no podía desobedecer y con la que tendría que lidiar de ahora en adelante. Y pese a que a muchos pudiera molestarle, no era su caso.

Después del entrenamiento con el insistente almirante y lidiar con un revoltoso rubio con el que casi siempre terminaba peleándose sobre el suelo, prosiguió a ducharse y a comer. Tras el cierre de tales actividades se dirigió hacia la biblioteca donde para su sorpresa no se encontraba sola.

—¿Qué es lo que estaré pagando para tener que verte en todos lados?

Hachi observó que dentro de ese salón de clases improvisado se encontraba Raiko con unos cuantos niños que no le resultaban familiares; así como a la persona que fungía como el maestro.

—Toma asiento al lado de Raiko, por favor. —Le ordenó Dai—. Empezaremos muy pronto.

—¿Desde cuándo trabajas como profesor? —Acató la petición, abrió su libreta y sacó su lápiz—. ¿No deberías estar allá afuera pateando traseros espaciales?

—Cuando su escuadrón no tiene misión algún, se convierte en maestro o algo parecido —respondía el Yato.

Ante su comentario recibió un jalón de orejas del hombre mayor.

—Guarden silencio que la clase va a dar inicio. —Y tras su sutil amenaza el proceso de enseñanza dio por comenzado—. ¿Alguno de ustedes saben cuántas especies de Amanto hay en todo el universo? —interrogó a su grupo de ocho alumnos.

—Hasta ahora no se sabe a ciencia cierta cuántas especies existan en total —respondió uno de los estudiantes—. Se dice que muchas especies podrían estar sin descubrir y que otras más se encuentren completamente extintas.

—Exactamente. —Le dio la razón—. Raiko, al ser un Yato al igual que Hachi, debes estar bien informado sobre tu planeta natal, ¿verdad? Estoy hablando de Kouan.

—Algo así. Mamá me habló al respecto hace un tiempo.

—¿Kouan? ¿Qué demonios es Kouan?

—El planeta natal de todos los Yato. —El adulto contestó en parte a su duda—. Es el sitio que los vio nacer y en el que permanecieron por mucho tiempo. Fue así hasta que este fuera atacado por su Altana, convirtiéndose en un sitio hostil donde era imposible que los Yato vivieran por mucho tiempo.

—¿Altana? —Eran demasiados términos nuevos que no le seguía el ritmo al profesor—. El pelirrojo bueno para nada debió de haberme mandado antes a clases. Por su culpa estoy atrasada y no entiendo ni un comino de lo que este dizque profesor me está hablando.

—El Altana es el torrente de energía que yace alrededor de cada planeta. Puede decirse que es la energía vital del mismo. En algunos lugares es conocido como «Ryūmyaku» —ilustraba para quien lo escuchaba atentamente—. Se descubrió que el Altana puede ser transformado en energía funcional. Y eso trajo consigo un dramático desarrollo tecnológico para el universo.

—Por esa razón se crearon armas lo suficientemente potentes para destruir planetas enteros, ¿cierto? —añadía Raiko—. Gracias al Altana podemos viajar grandes distancias en un corto período de tiempo.

—Se oye muy bien todo. Sin embargo, ¿eso no trajo problemas? Seguramente todos querían apoderarse del Altana y usarla a su conveniencia —concluía la pequeña Yato.

Once upon a time there was You and Me [Precuela de Blood and Roses]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora