ocho.

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8-dulce, como tu aroma.

El pecho desnudo de Yuta hacía que el corazón de SiCheng se incendiase, estaba sentado sobre el regazo ajeno, dejando marcas marcas imaginarias en el pecho de su pareja. Yuta le miraba con los párpados pesados, era de noche y estaban en la casa de SiCheng, específicamente en su cama. Las camisas habían volado hacía arriba, dejando sus pechos descubiertos. Nunca pasaban más allá de los besos deseosos y las caricias en los huesos de sus cinturas. No estaban listos, además de que no salían oficialmente todavía.

—SiCheng, abrázame. —Yuta extendió sus brazos mientras se sentaba en la cama. El chino no dudo en abrazar la espalda baja del otro.

—Hyung~... —cuando el rubio hacia aquello, significaba la falta de besos y caricias.

—SiCheng, simplemente pídelo.

—Hyung~, béseme.

Los deseos de SiCheng son órdenes de Yuta. Sus labios golpearon suavemente los belfos cálidos. La luz de la luna caía suavemente sobre la habitación, manchando de su blanquecino los cuerpos de la pareja. La lengua caliente de Yuta saboreó los suaves labios de SiCheng, pidiendo su permiso a introducirla en su cavidad bucal.

n/a: no piensen otra cosa, sucias.

El beso se había intensificado, los suspiros se escapaban de sus narices. A pesar de no tener experiencia en el alcohol, Yuta podía sentirse levemente embriagado del perfume natural de la piel de SiCheng. Bajo sus labios hacia su mejilla, luego a su mentón, y finalmente su cuello. El chino corrió su cabeza lentamente, dejando más espacio al suave tacto de los belfos de Yuta. La mano de Dong tomó la japonesa, llevándola a su pecho, justo encima de su corazón, el cual iba con rapidez.

—Sé que no es el mejor momento, sé que no es nada romántico. Pero, debo decirlo Yuta, debo tomar la delantera. Esto es lo que pasa cuando me tocas, cuando tus labios me besan, cuando tus manos se enredan en mi cabello, cuando dices mi nombre, o simplemente te veo sonreír. Y me siento tan feliz de ello, me siento tan agradecido de verte. —Sus manos subieron a las mejillas contrarias, dejando suaves caricias en los pómulos sobresalientes. Las mejillas de ambos estaban completamente rojas, y la punta de las orejas de SiCheng habían tomado un color rosado. —Yuta, te amo más de lo que he amado a alguien en esta vida. Y se que podre hacerlo en millones de vidas más, porque eres lo más importante de mi vida, mi soporte. Y, aunque me cueste decir mis sentimientos, aunque no pueda decir lo mucho que me vuelves loco, sabes que te amo. Más de lo que puedo tomar. —Unió sus frentes, sonriendo tan brillante como lo era él. Las lágrimas habían empapado la vista de Yuta. SiCheng era un ángel, el no merecía algo así. Él no se merecía algo así.

Y cayó la primera lágrima. Yuta no solía romperse frente a las personas, solía guardarse todo para si mismo, hasta esperar que todo explote y llorar en secreto. Ahora, es cuando el miedo de Yuta había explotado luego de mucho. Abrazó más fuerte a SiCheng.

—Por favor, nunca dejes de abrazarme. Nunca dejes de besarme, nunca dejes de acariciarme. Si algún día te cansas, solo dilo, prometo no romperme más de lo que ya estoy roto. —las caricias en el cabello habían calmado un poco las lágrimas que caían de sus ojos. SiCheng besó su coronilla, él también lo sabía, sabía que se cansaría de todo. Pero, quería disfrutar el momento.

—Nunca dejare de hacerlo, aun cuando estemos separados, nunca dejare de quererte.

—Yuta.

—¿Sí? —dijo luego, un poco más tranquilo, pero pequeñas lagrimitas estaban allí, empapando sus pestañas.

—¿Querrías ser mi pareja? —dijo, jugando con los cabellos crecientes de su nuca.

—Claro, cariño. Estuve esperando muchísimo tiempo a que lo dijeras.

Dijo, y atrapó sus labios de nueva cuenta. Ese sería, el primer beso como pareja, y les esperaban muchísimos más luego de ese.

—💭🌻

hi friends!
bueno, acá se termina todo
so, espero que les haya gustado
quizás no estén acostumbradxs a esta
versión de mi misma, porque no suelo
escribir cosas tan dulces, pero, en
esta parte de la trilogía, participan mi
bias y bias wrecker.
la gran parte de las palabras dichas de
sicheng, cuando se declara a yuta,
suelen ser palabras que
escribo para él.
y como no se describir el amor que le
tengo, cuando sonríe, cuando
hace aquellas muecas raras, cuando es él mismo. Todo de él me ha enamorado, a tal punto que duele.
y, es la primera vez que pasa.
así que, es como mostrar otra faceta de mi, que no suele verse en otras historias.

me disculpo si en algún momento, no te gusto todo lo que he escrito.
si no te agrado tanto esta historia a las demás.

lo lamento, es un error mío al mostrar mi lado acaramelado:)

¡gracias por leer!
¡nos vemos en la próxima!

—h.

el chico detrás del mostrador; yuwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora