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-Quién diría que tan solo bastarían cuatro simples palabras para que termines llorando como una débil...¡ja!, que patético.

-¿Y tú qué sabes? ¿acaso estás sintiendo lo que yo siento?, ¡claro que no! eres un alma corrompida y sin corazón.

-Vaya, vaya, me halagas querida, pero vamos, cede ante mí, ya es necesario, de no ser así siempre recaerás, ¡siempre!

-Aún puedo resistir, aún puedo sola...

-¿Segura?, entonces dime que se sintió que esta vez no hubiese quien esté a tu lado ¿qué se sintió saber que ya no hay día siguiente en la escuela para poder distraerte de todo mal con tus amigos y compañeros? ¿qué se sintió saber que no puedes correr a los brazos de tus familiares porque no confías en ellos? ¿dime qué se sintió saber que no podías hablar con tu mejor amiga por culpa de que tu madre te quitó el celular? ¿dime que se sintió que el miedo te carcomiera tanto que no pudiste pedirle ayuda a tus queridos amiguitos?...vamos, ¿dime cómo te sentiste?...además si mal no recuerdo llegaste a tal punto de debilidad que tus piernas temblaron y no te dejaron dar un solo paso más y terminaste tirada en el piso, llorando por 30 minutos, y a pesar de que ya te paraste sigues llorando, ¿sigo o ya te vas dando cuenta?.

-Solo, para ya...¡yo no seré como tú!

-Pero si ya lo eres, sabes que vivo dentro tuyo, solo espero salir para que en verdad seas fuerte..si fuese por mí me hubiese importado nada esas malditas palabras, o ya sabes incluso que hubiese sido capaz de hacer hace meses...pronto caerás, ¡muy pronto lo harás!

...




Diario de una chica ¿suicida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora