Estaba recostada boca abajo en mi cama mientras andaba en mi celular con una mano y en la otra llevaba una bolsa de sangre.
Esta era mi forma de ahogar mi sufrimiento, ya que el alcohol no provocaba nada en mi sistema, beber sangre hasta sentirme asqueada era la solución.
Cinco de la madrugada y a futuro mi primer día de clases. Al fín. Rik se había marchado a su gran viaje como hace una hora y media o algo así. En parte me alegraba por él, pero también me sentía desplazada. Estúpido. Estaba segura que se iría con la loca bruja esa.
Dejé el celular a un lado del colchón y me quedé mirando hacia el techo. Okey, el silencio de la mañana era sorprendente aunque, bueno, en realidad no había silencio, pero el sonido de la naturaleza provocaba una calma agradable.
En especial ahora que tenía prácticamente toda esta casa para mí sóla lo que restaba de tiempo para que mi hermano volviese.
Había pensado que al ir hoy a clases podría hablar con Reizzel pero luego recordé lo sucedido en el parque así que dejé la idea de lado. Luriel no era opción, ya que no estaba segura de como reaccionaría al verle. Así que el único conocido que me quedaba en el dichoso lugar era Jamie.
Eso, claro, si es que Jamie no me odia por lo sucedido con su prima, esperaba que no fuera así ya que no me apetecía hablar con algún desconocido para pedir indicaciones.
Dejé mis pensamientos de lado cuando sentí mi celular vibrar junto a mí. Me senté con las piernas cruzadas una sobre la otra y no pude evitar alzar una ceja entre confundida y sorprendida al leer el mensaje.
Rubio tonto*
Hey Kassy. Sé que se supone que hoy irás a tus tan ansiadas clases, pero vamos... ¿En serio quieres ir? Quiero invitarte a mi lugar favorito de este lugar, que estoy seguro no conoces.Valla, el mensaje era convincente pero no lo suficiente como para hacer que deje de lado mis ganas de ir al instituto.
Yo*
No me interesa. Tengo cosas más importantes que hacer antes que ir a quien sabe donde contigo.Cerré los ojos y al abrirlos el sol ya estaba saliendo. Al mirar mi celular vi que eran las seis y veinte. Agarré un jean, una blusa rosada pálido sin mangas y unas zapatillas de estilo ballet.
Dejé todo sobre el colchón y me encaminé al baño. Me daría un baño relajante, ya que no tendría que compartir con...
-¡¿Qué carajos haces en mi baño sentado como si fuese tu trono, jodido imbécil?! - admito que me sorprendí un poco al ver al rubio ahí. Sólo un poco.
-Venía a decir hola y hacerte desistir con tu absurda idea de ir a clases... Eres una vampiresa Kass, no necesitas ir a clases - se levantó para empezar a caminar en el moderado espacio que poseía el baño hasta que se sentó en la superficie junto al lavamanos.
-¿Cómo es que...? Kael - suelto un suspiro cansado antes de agarrar la toalla que estaba junto a mí - Lárgate. De. Aquí. Malditasea - por cada palabra le daba un golpe con la toalla los cuales el trataba de cubrir con sus manos.
-¡Cálmate! ¿Por qué tanta agresividad linda? ¿Y así quieres ir a clases? - se cruzó de brazos y me miró con intriga - No seas terca y ven conmigo.
Sonreí con malicia y me acerqué a donde él estaba lentamente. Estaba realmente cansada de su idiotez.
-¿Sabes? Creo que tu idea me está tentando, ahora que lo pienso siempre tienes muy buenas ideas - Ajá claro, Kael nunca tiene buenas ideas.
Me puse entre sus piernas que colgaban y le sostuve el rostro manteniendo nuestras miradas fijas.
-Hey... espera, qué... - acerqué más nuestros rostros hasta el punto que su aliento chocaba con el mío. Estábamos tan cerca que pude escuchar cómo Kael tragó saliva - ¿Qué... qué se supone que haces? - terminó de decir aunque su voz sonaba algo afectada.
-¿Yo? - respondí haciéndome la desentendida antes de morder un poco mi labio inferior - Dijiste que soy una vampiresa ¿no? que no necesitaba ir a clases ¿recuerdas? y... me invitaste a pasar el rato contigo ¿verdad? - dije con la voz más seductora que podía hacer sin reírme.
Kael se veía algo nervioso pero trataba de disimularlo, una de sus manos dejó de estar sobre su pierna y se posó en mi cintura.
-Yo... bueno... eh... sí, lo qué tú digas - dijo haciendo su rostro hacia adelante sus labios trataron de llegar a los míos pero aproveché que aún tenía mis manos en su rostro para apretar y clavar un poco mis uñas - uhm... ojos lindos, me lastimas - dijo y se escuchó gracioso por la posición en la que estaba su boca.
-¿En serio? Creo que dijiste lo que yo diga ¿no? bueno... pues te me largas de aquí - dije soltando su rostro de golpe.
El rubio me miró sorprendido antes de asentir como quien no quiere la cosa.
-Eso fué jugar sucio Kassy, y yo que venía con todas las ganas de ser agradable, pero no te preocupes. Entiendo que quieras ir al instituto a pasar con... ah cierto, sola, porque ninguno de tus "amigos" te soporta y sabes porqué - dijo bajando de donde se encontraba para llegar hasta mi lado - Por la razón por la que a mí me agradas... eres insoportable, impulsiva y sabes que eres hermosa, puedes tener lo que quieras. A las personas no suelen agradarle ese tipo de gente.
Ambos nos quedamos mirando un rato como si estuviéramos en una batalla de miradas hasta que no sé si fué él o si fui yo que terminó por acortar la distancia que nos separaba.
¿Dónde carajos se había ido a pasear mi conciencia? Y lo más importante ¿Por qué besar al maldito idiota se sentía tan bien?
Sentir sus labios contra los míos haciendo una presión muy leve era casi imposible de explicar, sentía la necesidad de empujar a Kael para separarnos pero en lugar de eso terminé por llevar mis manos a la parte posterior de su cabeza y pasar mis dedos por su cabello.
Kael empezó a caminar haciendo que yo retrocediera con él hasta que se detuvo y se apartó de mí un poco dejándome ver una sonrisa de suficiencia adornando su rostro.
-¿No crees que hace un poco de calor aquí? - dijo aún cerca de mí, movió su rostro hasta dejar su boca junto a mi oído - Creo que te necesitas refrescar - y en menos de dos segundos sentí algo cayendo sobre mí, más específicamente agua callendo sobre mí. Kael se había alejado considerablemente. Alcé el rostro y chorros de agua me empaparon a los pocos segundos.
Entonces reaccioné ¡Ese imbécil!
-Te voy a... - dije volviendo mi mirada hacia el rubio que ya no estaba ahí.
La puerta del baño se abrió y Kael se asomó un poco.
-Dos pueden jugar el mismo juego. Se le llama venganza, ojos lindos -dijo con sorna.
-¡Voy a matarte! - cerré la llave del agua y salí de ahí escurriendo de agua.
-¡Sólo si me alcanzas! - la voz de Kael se escuchó fuera de la casa.
Oh. Lo alcanzaría y le arrancaría mechón a mechón su hermoso cabello sedoso... asqueroso cabello, eso. Y luego le quebraría las piernas. Más le valía correr rápido al engendro del demonio.
ESTÁS LEYENDO
《Maldito Destino》 [PAUSADA]
Vampiros¿Te imaginas buscar estabilidad física y emocional para tu vida siendo vampiro? ¿No? Pues Kassandra y Frederik tan sólo buscaban eso luego de estar esperando 80 años para salir a la luz. El problema es que estos dos hermanos no contaban con la llega...