Capítulo 17

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Christina estaba realmente impresionante esa noche. Llevaba un top azul marino sin mangas, ajustado, con unos vaqueros blancos y unas botas negras de, mínimo, diez centímetros. Apenas se había puesto maquillaje. Tampoco es que le gustara el maquillaje en exceso, pero llevaba lo mínimo.

-Estás preciosa -dijo David con una sonrisa.

-Gracias -le respondió Chris-. Pero, ¿qué hacemos aquí? -dijo señalando el pub que había delante suya.

-Tú habías quedado con Anna y Alexa para salir y yo tengo que ocuparme de algunos asuntos. Lo he juntado todo y… ¡Aquí estamos! -dijo con demasiado entusiasmo.

-Sí, ya… ¿Y qué asuntos son esos?

-Tengo que hablar con una persona en nombre de los arcángeles.

-¿Y la encontrarás aquí? -preguntó extrañada.

-Sí, sin problemas. Además solo me llevará unos momentos.

-¿Y me vas a contar con quien tienes que hablar?

-Si consigo lo que espero de esta visita, te lo diré.

-Está bien -suspiró Christina.

-Te queda muy bien el azul, Peter Pan. ¿Lo sabías?

-Oh… ¿Peter Pan? ¿Vas a estar mofándote de eso todo el rato? -dijo divertida.

-Hasta que mi corazón deje de latir. -Intentó reprimir una sonrisita, pero falló.

-Si ya habéis dejado de declararos… -dijo una voz a su espalda.

-Alexa, siempre me cortas el rollo -dijo David con una cara de fingido enfado.

-Creo que deberíamos hacer algunas presentaciones. Anna, este es David, el novio de Chris. David, esta es Anna, una amiga. -Una vez hechas las presentaciones, Alexa sonrío satisfecha.

David le dio dos besos a ambas y le dedicó una sonrisa a Anna.

-Encantado.

-¿Christina? -preguntó una voz desde la otra acera.

Ella se giró para ver quién era y vio a Hugo Mathieu. Sin duda ya no era el quinceañero que había conocido. Era casi tan alto como David, llevaba el pelo castaño muy corto, demasiado para su gusto, y sus ojos verdes se veían más maduros. Se acercó a ellos, dejando atrás a su grupo de amigos y abrazó a Chris.

-Hace siglos que no te veía. ¿Cuánto? ¿Ocho años?

-Algo así. -Christina sonrió-. Mi madre me dijo que vas a trabajar con tu padre y que te ibas a mudar a nuestra calle.

-Es cierto. Ahora que he acabado la carrera tengo que hacer algo con mi vida -dijo con una sonrisa-. Es más, había quedado con unos amigos para celebrar que nos hemos despedido de la universidad.

-Me alegro por ti.

-Es increíble. Estás preciosa. -Sonrió-. ¿Ya sabes que vas a estudiar? -preguntó con curiosidad.

-La verdad es que no tengo ni idea. Me gustaría estudiar Biología o Química, pero no me decido.

-Serías unas excelente bióloga. Y si decides estudiar Química, dímelo antes, al menos. Para mudarme y no explotar con tus experimentos.

Chris le dio un puñetazo en broma en el hombro.

-No voy a hacer explotar nada…

-Eso dices ahora. Es broma -Hugo se río.

Alguien carraspeó detrás suya, entonces Christina recordó que no estaban solos.

-Que maleducada soy. Estos son: David, mi novio; Alexa y Anna, amigas mías.

Ángeles contra demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora