Christina estaba realmente impresionante esa noche. Llevaba un top azul marino sin mangas, ajustado, con unos vaqueros blancos y unas botas negras de, mínimo, diez centímetros. Apenas se había puesto maquillaje. Tampoco es que le gustara el maquillaje en exceso, pero llevaba lo mínimo.
-Estás preciosa -dijo David con una sonrisa.
-Gracias -le respondió Chris-. Pero, ¿qué hacemos aquí? -dijo señalando el pub que había delante suya.
-Tú habías quedado con Anna y Alexa para salir y yo tengo que ocuparme de algunos asuntos. Lo he juntado todo y… ¡Aquí estamos! -dijo con demasiado entusiasmo.
-Sí, ya… ¿Y qué asuntos son esos?
-Tengo que hablar con una persona en nombre de los arcángeles.
-¿Y la encontrarás aquí? -preguntó extrañada.
-Sí, sin problemas. Además solo me llevará unos momentos.
-¿Y me vas a contar con quien tienes que hablar?
-Si consigo lo que espero de esta visita, te lo diré.
-Está bien -suspiró Christina.
-Te queda muy bien el azul, Peter Pan. ¿Lo sabías?
-Oh… ¿Peter Pan? ¿Vas a estar mofándote de eso todo el rato? -dijo divertida.
-Hasta que mi corazón deje de latir. -Intentó reprimir una sonrisita, pero falló.
-Si ya habéis dejado de declararos… -dijo una voz a su espalda.
-Alexa, siempre me cortas el rollo -dijo David con una cara de fingido enfado.
-Creo que deberíamos hacer algunas presentaciones. Anna, este es David, el novio de Chris. David, esta es Anna, una amiga. -Una vez hechas las presentaciones, Alexa sonrío satisfecha.
David le dio dos besos a ambas y le dedicó una sonrisa a Anna.
-Encantado.
-¿Christina? -preguntó una voz desde la otra acera.
Ella se giró para ver quién era y vio a Hugo Mathieu. Sin duda ya no era el quinceañero que había conocido. Era casi tan alto como David, llevaba el pelo castaño muy corto, demasiado para su gusto, y sus ojos verdes se veían más maduros. Se acercó a ellos, dejando atrás a su grupo de amigos y abrazó a Chris.
-Hace siglos que no te veía. ¿Cuánto? ¿Ocho años?
-Algo así. -Christina sonrió-. Mi madre me dijo que vas a trabajar con tu padre y que te ibas a mudar a nuestra calle.
-Es cierto. Ahora que he acabado la carrera tengo que hacer algo con mi vida -dijo con una sonrisa-. Es más, había quedado con unos amigos para celebrar que nos hemos despedido de la universidad.
-Me alegro por ti.
-Es increíble. Estás preciosa. -Sonrió-. ¿Ya sabes que vas a estudiar? -preguntó con curiosidad.
-La verdad es que no tengo ni idea. Me gustaría estudiar Biología o Química, pero no me decido.
-Serías unas excelente bióloga. Y si decides estudiar Química, dímelo antes, al menos. Para mudarme y no explotar con tus experimentos.
Chris le dio un puñetazo en broma en el hombro.
-No voy a hacer explotar nada…
-Eso dices ahora. Es broma -Hugo se río.
Alguien carraspeó detrás suya, entonces Christina recordó que no estaban solos.
-Que maleducada soy. Estos son: David, mi novio; Alexa y Anna, amigas mías.
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Ángeles contra demonios
Teen Fiction"-¿John? -preguntó Chris pero ya no estaba allí .En su lugar había otro chico. Un poco más alto que John, rozando el metro ochenta. Tenía el pelo rubio ceniza, un poco largo, pero no lo suficiente como para que le llegara al cuello. Sus ojos eran gr...