Capítulo 8

194 15 0
                                    

Cuando se quedaron a solas, un nerviosismo recorrió el cuerpo de de la chica. Cualquiera pensaría que era por el hecho de quedarse a solas con David, pero no tenía nada que ver. Ella lo sabía, simplemente se sentía extraña. Al instante ese sentimiento desapareció, fue cuan do se dio cuenta que David de había levantado y miraba a una de las pantallas apagadas.

-No sé ni cómo empezar… -suspiró, llevándose las manos a la cabeza- Bueno… A ver… Lo primero, tienes que aceptar que, ese chico John, ya no pertenece al mundo de los vivo y nadie puede cambiar eso.

Christina notó húmedos los ojos, no le gustaba hablar sobre ello. Se limpió la cara antes de que David pudiera verla llorar.

-Pe-pero… -notó cómo le temblaba la voz-Yo le vi. ¡Hablé con él!

Cuando David la escuchó hablar así, se dio la vuelta para mirarla y se acercó a ella.

-Oye -le dijo, poniéndole una mano en el hombro-, entiendo que esto es muy duro para ti. Sé que le viste y hablaste con él, pero tienes que confiar en mí. Él ya no pertenece al mundo de los vivos, no dudo que esté en el infierno. Ya no vive, existe sí, pero no como tú.

Chris asintió, albergando alguna esperanza de volver a verle.

-Bueno, vale -continuó David, sintiéndose incómodo-. Hace unos días, el día del accidente, nosotros estábamos esperando que John fuera hacia la luz. Es, cómo puedo explicarlo, el lugar dónde van las almas de aquellos que abandonan la vida, dejémoslo así. pero no fue así, se quedó en la tierra, al parecer. No podía marcharse sin despedirse de ti, así sin más.

Christina notó cómo le caían las lágrimas por su cara, sin poder remediarlo.

-Eh -dijo David, limpiándole las lágrimas, más cerca de lo que le hubiera gustado a Chris-. Tranquila, no pasa nada -intentó tranquilizarla.

La pobre chica asintió, dándole a entender que estaba bien y que continuase. seguidamente se hundió más en su silla.

-Como decía… John era reacio a dejar este mundo, así que enviamos a un ángel, para que le ayudara a introducirle en tu sueño y así pudierais hablar. Pero todo se complicó. No era la primera vez que alguna alma se quedaba, pero esta vez fue distinto. Nunca volvimos a ver a aquel ángel, nunca… -terminó susurrando.

-Entonces, ¿qué pasó? -preguntó curiosa- ¿Qué fue del ángel y de John?

-¿Quieres saber lo que pasó? Darken llegó antes que nosotros… Arrancó las alas a Tommas, este volvió al polvo del que nació, y se llevó a John.

-Espera, espera, ¿quién es Darken? -preguntó confusa  Chris.

-Es un demonio mayor -suspiró-. Engatusó a John y este se fue con él.

-¿Qué? Él nunca haría algo así…

-Le engañó -le interrumpió David-, le hizo creer que si se iba con él podría volver contigo. Y ahora actúa bajo sus órdenes, ya no es el mismo John que conociste, tienes que aceptarlo, Chris.

-Fue por mi culpa… -susurró- Si no hubiera estado enamorado de mí…

-Pues le habría dicho que volvería a ver a su familia, no te culpes.

-Pero quiero que sepas una cosa -continuó-, Darken no puede obligar a ninguna alma a servirle, tiene que ser por propia voluntad. después de haberse desprendido de su cuerpo, se sentía desesperado por volver, así que aceptó servirle a cambio de un cuerpo. Ahora es su súbdito, en otras palabras…

-Es un  demonio -le interrumpió Chris- Se ha convertido en un demonio, ¿verdad?

David asintió y miró a la chica, esperando su reacción. Esta simplemente se quedó mirando la mesa con el semblante blanco, sin decir ni una palabra.

-¿Y por qué me atormenta ahora?

-Por tu collar -respondió David cómo si fuera lo más obvio -. Tiene poder angelical, con él, Darken… Simplemente no quiero pensar lo que podría pasar si lo tuviera…

-Si los arcángeles saben todo esto, ¿por qué no destruyen el collar?

-¿Y tú qué? -preguntó preocupado- No puedes vivir sin él y no quiero pensar en lo que te pasaría…

-¿Por qué te preocupas tanto por mí? -preguntó Chris extrañada- Solo soy una humana, hay millones como yo.

-Porque soy tu ángel de la guarda.

Ángeles contra demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora