Deseo de morir

Capitulo 6

Nunca había visto un lugar tan espectacular, no sabía ni que existía semejante sitio, estaba tan asombrada que no sabía ni que decir, era un pequeño lago lleno de cascadas. En un lado del lago había una pequeño camping, Adam, solo sonreía al ver mi reacción, entonces con aquella sonrisa me dijo:

-Aquel camping es nuestro, ven, sígueme.

Sin dudarlo dos veces le seguí, hasta llegar al camping, donde había un mantel de cuadros rojos y blancos y una pequeña cesta de paja donde supuse que estaría la comida. Nunca había sido tan feliz, mi corazón palpitaba cada vez mas rápido, Adam puso Champán, bocatas y una rosa en el mantel, puso un poco de música para dar ambiente a la situación. Mientras yo empezaba a engullir aquel bocata, Adam comenzaba a quitarse la camiseta, no podía creer lo que estaba viendo, dios, que cuerpo... pensaba que mi corazón se me iba a salir del pecho en aquel instante, tan bien procedió a quitarse los pantalones, zapatos y medias, con la idea de quedarse en boxers.

Victor se sentó tan cerca de mi que casi podía notar su respiración, Adam no tardó nada en comerse el bocata y de la misma se lanzó al lago, yo poco después terminé mi bocata y comencé a quitarme la ropa hasta quedarme en ropa interior, metí un pie para comprobar como de fría estaba, y entonces grité:

-¡AAAY! que fría está, yo así no me meto.

Adam se río y dijo:

-Mejor no podía estar, con una compañía como la tuya y en un lugar así, no se puede pedir más.

Casi podía notar como me estaba sonrojando, le respondí con un poco de timidez:

-Te vas a quedar ahí solo, porque yo no me meto ni muerta.

Adam se metió bajo el agua hasta aparecer casi casi en la orilla, pero no del todo. Yo estaba pensando en lo que me iría a hacer y cuando menos me lo esperé, comenzó a salpicarme agua, me agarré del brazo y me sumergió bajo el lago, sentía como cada gota del agua recorría por mi cuerpo, como el frío llegaba hasta mis huesos, pero como se iba calmando.

Me abrazó por la espalda, cruzando sus manos por mi cintura y colocando su barbilla en mi hombro, delicadamente comenzó a dar pequeños besos por todo mi cuello, por cada beso que me daba sentía un escalofrío que recorría por mi cuerpo, en ese instante era prácticamente imposible arrebatarme aquella sonrisa.

Paró de darme besos. Me giró hasta ponerme mirándole, me abrazó tan fuerte que teníamos nuestros cuerpo completamente pegados, sentía su corazón, lo extraño era que me sentía completamente segura estando entre sus brazos. Notaba como la mirada de Adam se le desviaba hasta a mis labios, yo tampoco podía resistirme a mirar los suyos.

Me besó, me besó con pasión, con ternura, un beso sin limites, nadie nos podía decir que paráramos, nos besamos hasta que tuvimos que coger aire. Fue un pequeño momento, pero para mi el más grande, no podría olvidar aquel beso en mi vida.

Salimos de agua para secarnos y vestirnos. Cuando ya estábamos listos nos metimos en el coche, pusimos la radio donde no dejaban de sonar canciones preciosas. Mientras nos dirigimos a mi casa, le di un beso y apoye delicadamente mi cabeza sobre su hombro, el sonrió y yo le miraba con ternura.

Después de los treinta minutos en el coche, llegamos a mi casa, le besé y subí. Subí más feliz que nunca, me tumbé en la cama mirando hacia el techo y no podía parar de sonreír. Mis padres de nuevo seguían discutiendo, ¿pero ese día? ese día me daba igual todo, solo podía pensar en el, en el y más en el.