Capitulo 9.

1.1K 20 2
                                    

Adam al ver como mi cara iba cambiando cuanto más cerca estábamos del instituto que decidió dar media vuelta y menuda salvación fue aquello, porque las ganas de vomitar me estaban volviendo, como casi todos los Lunes. Le pregunté a donde íbamos y el me contestó con su sonrisa, aquella sonrisa que me volvía loca, nos esta esperando una persona muy importante que debo de presentarte.

Puso música, esta vez sonaba Rihanna, a mi no me gustaba así que cambié, el me fulminó con la mirada y me dijo:

-¿Por qué me cambias de canción?

No pude evitar reírme ante su pregunta y su fulminada mirada que intentaba incomodarme, respondí aguantándome la poca risa que me quedaba:

-Lo siento, pero prefiero otra cosa, no me va mucho este tipo de canciones.

Puse Dani Martín, esto ya era mas de mi estilo, el puso cara de estreñido entonces me reí y le dije:

+Ahora me dirás que Dani no es de tu gusto señorito...

-Bueno,me gusta,pero donde haya un Ed Sheeran...

+Joe,pues ya te pongo una canción de Ed Sheeran.

Me quitó la mano de la emisora y dijo:

-Ya elijo yo.

Le fulminé con la mirada, el en cambio hizo el gesto de mandarme un beso, no me hizo gracia, tampoco me molestó.

-Esta. Dijo decidido.

En ese instante comenzó a sonar Puede Ser y ahí comenzamos los dos a cantar, cantamos como si no hubiera mañana, como siempre, mientras nos dirigíamos a una playa.

El comenzó con voz grabe y yo le seguí.

-No sé si quedan amigos ni si existe el amor si puedo contar contigo para hablar de dolor,si existe que alguien que escuche cuando alzo la voz y no sentirme sola.

Esta vez los dos cogimos la canción con mas energía y cantamos a la vez:

-Puede ser que la vida me guié hasta el sol puede ser que el mal domine tus horas o que toda tu risa le gane ese pulso al dolor puede ser que lo malo sea hoy...

Terminada aquella frase, ya nos encontrábamos en nuestro destino,la Playa de Anchistero parecía ser, al fondo se veía a una chica correr, corría hacia nosotros, cuando Adam se dio cuenta quien venía sonrió, sonrió como nunca antes, ella ya estaba casi enfrente nuestro, saltó a los brazos de Adam y cuando se soltaron rieron a la vez.

Aquella chica, que para mi en aquellos instantes era una desconocida, dijo con un tono muy entusiasta y alegre:

-¡Hola!,Chicos.

+Hola,respondí yo.

Víctor no reaccionaba,no dejaba de sonreír y yo le pegué un pequeño y sutil codazo, se sobresaltó y dijo:

-Upss, perdón, ella es Olatz, Amor. Olatz esta es Jessica.

-Que tonto eres Adam, es obvio que es Jessica, me la describiste bien.

Me reí.

-Encantada...Olatz, esto, ¿y qué hacemos?

Olatz era una chica que parecía bastante maja, pelo marrón con un poco de rubio en las puntas casi inexistente, ojos azules, igual un poco verdosos, me gustaban sus ojos y una sonrisa muy parecida a la de Adam.

Adam me comunicó que era su hermanastra, pero para el quitándole el -stra, ya decía yo que esa sonrisa, esa mirada, ese pelo y esos ojos... eran similares a la de el.

Olatz con una gran sonrisa y un tono un tanto desconfiado me dijo:

-¿Me cuidarás a mi hermanito no?

+No lo dudes.

-Preces una chica muy maja, pero que en el fondo sufre.

Esa frase me dejó muy tocada, se me debería de notar mucho.

+Gracias, tu también pareces maja, oye eso de hermanito... ¿Adam es mas pequeño que tú?

-Si aunque no lo parezca Adam es un enano,el tiene 18 y yo en cambio 20 jajajajaja ¿mucha diferencia cierto?

Me volví a reír.

Adam interrumpió para defenderse pero antes de que pudiera decir nada le mandamos a callar.

Presentía que podía llegar a ser una gran amiga de mi nueva cuñada.

Olatz siguió con la conversación como si nada:

-¡Ay! se me olvidaba puedes confiar plenamente en mi, tranquila, soy de fiar.

+Gracias, lo tendré en cuenta, enserio. Nunca viene mal saber que puedes tener a alguien a tu lado o una amiga mismamente, que yo ando un poco escasa.

-Tranquila, bueno chicos os dejo que es tarde y me tengo que ir ya para mi casa.

Adam se despidió dándole un enorme abrazo. Yo le di dos besos y un abrazo que duró bastante.

Aquel abrazo me quitó mucha carga que llevaba encima, es complicado de explicar aquel sentimiento.

Ella sonrió y marchó.

Adam y yo nos quedamos treinta minutos más, los cuales estuvimos abrazados y hablándome de cosas que no atendí, de lo a gusto que estaba.

Mas tarde fuimos a su casa, en el coche íbamos con la música muy bajita, esta vez sonaba la radio, que habían puesto te echado de menos de Pablo albarán, por el camino fuimos pensando el plan de la noche, el decía peli de risa con palomitas y yo peli de terror con palomitas.

Cuando ya llegamos a casa de Adam y abrió la puerta, para mi como otro mundo, no parecía una casa para nada, parecía un palacio, el entró decidido y me dijo que pasara, rápidamente me acomode en el sofá como si de mi casa se tratase.

Deseo de morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora