Una vez alguien me dijo que, si cerraba los ojos y me concentraba lo suficiente, entonces podría trasladarme al año siguiente en la magia de un instante. Cada vez estoy más convencido de que eso tiene parte de verdad; veo como una vez más, del eterno invierno germina la vida, luchando por su derecho propio a existir, como los cerezos que encontré en tierras de antaño.
Pero, sin embargo, sobre mis espaldas se han acumulado otras memorias y experiencias, otorgando una pizca más de amargura a mis pupilas y una fragancia más de dulzura a mis iris. ¿Cómo puede ser la naturaleza del tiempo tan desquiciada? En apariencia lento, pero fulminante cuando, tras cerrar los ojos, ya ha pasado un año.
14/02/19
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Tinta desquiciada
Short StoryPensamientos que de un fulgor mis manos plasman sobre papel. Tanto ensayos como relatos y microrrelatos, una recopilación de todos mis escritos.