Amor en tiempo de explosiones

Capítulo 15

Los personajes de Boku no Hero Academia no me pertenecen, solo el amor que les tengo.

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Entra a la cocina, justo cuando Kirishima estaba cerrando la puerta del refrigerador con una botella de agua en la mano.

—Kirishima —suelta, y puede ver como la piel de este se pone de gallina al oírlo. Luego comienza a reírse de sí mismo mientras se voltea a verlo.

—Me sorprendiste —dice con aún una sonrisa en sus labios— ¿Qué sucede?

—Necesito hablar contigo.

—Claro —dice apoyándose en la repisa de la cocina, dejando la fría botella sobre esta— ¿Qué sucede?

—Que no me sucede sería mejor. Tengo demasiadas cosas en la cabeza.

—Es bastante normal cuando estas entrenando para ser un héroe —ríe.

—Pero mis pensamientos, estos pensamientos —se corrige— no están relacionados a eso. Toda mi vida cada cosa que llegaba a mi mente era en relación a ser héroe, pero esto es diferente. Los que abunda en mi cabeza en este momentos son pensamientos sobre ti.

Alza la mirada hasta Kirishima, cuyos ojos lo veían asombrados.

—Tú riéndote —continua—, tú diciendo alguna tontería sobre masculinidad, tú peleando, tú triste. Poco a poco me di cuenta de cuanto me gustaba verte, de cuanto me gustaba hablarte, de cuanto me gusta el simple hecho de estar en la misma habitación.

Antes de seguir hablando nota que Kirishima comienza una risa suave, su rostro estaba pintado con un rojo que combinaba perfectamente con su cabello.

—¿Te estás confesando? —pregunta sin poder creerlo.

—Sí, y el que te estés riendo de mí sin duda no ayuda.

—No —niega con la cabeza, tomando la botella y pasándola por su ardiente rostro—. Es que... me acababa de dar por vencido contigo; o con la idea de tener algo contigo. Y ahora me dices esto.

—¿Quién te dio el derecho a rendirte conmigo? —Kirishima vuelve a reír.

—No, yo... recién tuve una conversación con Midoriya y Uraraka.

—Bien, los mataré a ambos —dice mientras se acerca para tomar la botella que el contrario se paseaba por el rostro y tomar un sorbo.

—Llegue a esto por mi propia conclusión —se sienta en la encimera de la cocina, da un pequeño vistazo a Bakugou y luego deja la mirada en sus propias piernas—. Me estaban contando que comenzaron a salir y de todos los miedos que los invadieron antes de estar seguros. Ella de que sus sentimientos obstaculicen su camino; él el que su camino sea muy peligroso para que ella le ayude a recorrerlo.

—Pero ambos son héroes, confían en si mismos, en el otro y todo lo demás —Kirishima afirma con la cabeza, sorprendido de que se le hubiera adelantado— ¿Cuál es tu miedo?

—Que no tengo tanta confianza en mí como lo tengo en ti —responde.

—Entonces empieza a tenerla —Kirishima levanta la mirada de sus piernas para posarla en él.

—Quisiera crecer, convertirme en un buen héroe y luego concentrarme en los demás —se relame los labios nervioso, luego continua— Bakugou, te amo. Pero aún tengo mucho que crecer y no quiero que nada me obstaculice.

—¿Ahora soy un obstáculo?

—¡No! Es solo...

—Es solo que ¿Qué? —apoya la botella con fuerza en la mesada—¡Quiero ser tu pareja! Quiero ser tu compañero. No seré tu ama de casa que te espere en la casa cuando vuelvas del trabajo, seré tu amante que te acompaña en los entrenamientos. Que acompañe cuando crezcas y te levante en las caídas.

—¿Hasta que las muerte nos separe? —sonríe— pareciera que estás diciendo tus votos.

—¿No se tratan de eso todas las confesiones? 

Kirishima lo observa, afirmando suavemente con la cabeza. Luego se baja de la mesada y se apresura para llegar hasta él y abrazarlo.

—Entonces supongo que acepto —responde, mientras Bakugou corresponde el abrazo y hunde su nariz en su cuello. Viviendo el sueño.

Final.