Te fuiste, pero esta vez no fue en silencio, hiciste mucho ruido, gritaste, rompiste cosas. Dejaste en claro que estabas herido, roto. Y yo te escuché en silencio, esperando que aquel tornado terminara de pasar. Era fuerte, enérgico, absorbía todo a su paso.
Mi teléfono estaba en el suelo, hecho pedazos. Había sido violado para poder acceder a esa verdad que todos veían, menos tú.
Ella estaba afuera, te esperaba, había ido a salvarte de la humillación al ser traicionado.
Sonreí al verla, estacionada bajo el mismo árbol donde todas las noches se refugiaba, creyendo que estaba lejos.
Tomaste tus cosas y luego de gritar unas cuantas ofensas más, te marchaste, sin mirar atrás. Igual a como lo hiciste aquella primera vez. Fuiste directo a ella. Esta vez no disimulaste. Y volví a sonreír, aliviada, antes de observar los despojos que habías dejado.
Fui a la cocina y me preparé un café. Me senté en la cómoda con los pies en la mesita y observé el firmamento, dibujado de intenso turquesa. Respiré hondo, llenándome de mis propios aromas.
Me enamoré de mí, de mi paz y de mis sueños. De mis hábitos matutinos y del frío de mi cama, tan suave y espaciosa. Del sabor de mis heridas, que poco a poco sanaban, y de los sutiles sonidos de mis pisadas, que retumbaban acompasadas con el crepitar del fuego de la chimenea.
Y sonreí, reconciliándome conmigo misma, disfrutando de mis esporádicas aventuras con él en las citas de los sábados y de las huidas con mis amigas. Asumí nuevas costumbres y adquirí nuevos amores, uno que ronronea cada vez que me ve y no entiende de espacios delimitados.
Compré otro móvil, llenándolo de mucha vida. Esa que se disfruta a tragos largos y no emborracha, y no te hace sentir mal por la mañana.
Eso, cariño, eso es verdadero amor.
ESTÁS LEYENDO
No me falles, otra vez... (COMPLETA)
Historia CortaUn día, él envió un mensaje de texto, pero se equivocó de remitente. No se lo mandó a ella, sino que llegó a mi móvil, rompiendo mi corazón en miles de pedazos que aún no he podido recoger. Hoy, un mes después, sigo intentando superar aquel golpe, p...