MIEDO

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— ¿has tomado tus medicinas?— pregunta mi madre, miro el teléfono sobre la isla de la cocina y ruedo los ojos.

— Si mamá he tomado las medicinas— contesto mientras quito la cascara a un par de bananos— mamá, ¿sabes si Do Hun pudo entregar las letras de las canciones?— pregunto, mi representante es muy amigo de la familia y cuando le pedí que se hiciera cargo de mis asuntos artísticos no dudo en aceptar bueno no es que esté dando la cara, solo escribo canciones que él se encarga de vender a quien desee interpretarlas, tampoco lo hago bajo mi nombre pues no quiero que nadie sepa dónde estoy o quiera contactarse conmigo, no sé por qué pero desde aquella trasmisión en vivo solo pensar en Namjoon me hace sentir muy triste así que deje de comunicarme, solo posteo algunas cosas y dejo alguno que otro comentario en sus redes.

— El día de ayer estuvo en casa con tu hermano y comento algo de que un grupo estaba muy interesado en una de las canciones— responde, lavo las fresas y las dejo en la licuadora— hasta ahora ha hecho muy bien su trabajo todas y cada una de las canciones que has escrito las ha podido negociar y sigues teniendo derechos en ellas— dice, enciendo la licuadora.

— Creo que debo aumentar su sueldo— bromeo al terminar de preparar mi batido.

— Hijo, quiero ir a donde estas— dice mi madre, tomo el teléfono desactivando el lata voz— estas ya en la semana treinta y nueve y en cualquier momento puedes tener al bebé— dice mi madre.

— No te preocupes mamá, el doctor dijo que la cirugía estaba programada para dentro de diez días— hablo, un calambre leve en mi vientre bajo me hace sostener de la isla.

— Aun así, deseo estar allí— dice obstinadamente.

— Está bien mamá, le pediré a Do Hun que te traiga aquí el jueves que debe venir— hablo acariciando mi vientre, hoy has estado más inquieto que nunca— mamá ya es algo tarde me iré a la cama—hablo antes de cortar la llamada.



Vamos pequeño dame un descanso, estos días has estado muy inquieto, cundo por fin me libro de los antojos, mareos y vómitos que casi no me dejaban vivir tu empiezas a ser un rebelde que patea y se mueve todo el tiempo, subo las escaleras despacio mientras me sostengo del pasa manos, jamás creí que mi vientre creciera tanto, me detengo a mitad de las escaleras agotado, ahora comprendo por qué mi madre siempre que me reprende usa su excusa de té tuve nueve meses en mi vientre es muy difícil pasar por un embarazo, logro llegar a la habitación, voy duirecto ala cama y me siento, aparto las mantas y me siento dejando mi espalda en el cabecero, tomo mi batido y le doy un sorbo, una electricidad recorre mi columna para terminar en mi vientre haciéndome soltar la bebida derramándose en el suelo, me sostengo el vientre por el dolor si sientes calambres por favor ven de inmediato o llama a alguien que te ayude las palabras del doctor me hacen mover para salir de cama pero al ponerme de pie otro calambre más fuerte me hace doblar sobre mí mismo, busco mi teléfono con desespero pero no lo encuentro, la cocina lo deje en la cocina, con mucho dolor camino como puedo hasta llegar a las escaleras, debí hacerle caso a la señora Joo cuando me aconsejo dormir en el piso de abajo, bajo uno a uno los peldaños sosteniéndome con ambas manos de los pasa manos, desde hoy en adelante acatare las sugerencias, debí aceptar que la señora Joo pasara este mes conmigo en casa, suelto un grito dolorido cuando un fuerte latigazo de dolor me atraviesa la cadera, camino hasta la cocina aun medio doblado para tomar mi teléfono, busco el número de la señora Joo.

INESPERADO (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora