⤷│ Sometidos 〔Eldarya〕

↬│ Chapter 6.

⇝ 「 Erika's POV 」

Me encontraba en la cantina, desayunando junto a Alajea. Es extraño, antes de que me fuera, era una chica bastante alegre y extrovertida, ahora se comporta de forma extraña, como los demás. Quise preguntarle por qué cojones estaban ella junto a la otra chica llorando el otro día, pero evitó el tema.

Cuando terminamos de desayunar, ella se dirigió a su nueva misión, tras despedirse con un breve ''Adiós'' y un gesto con la mano. Yo no tenía ninguna misión pendiente, así que se me ocurrió ir a recibir las respuestas a todas mis dudas acerca de lo que estaba pasando. Primero, tengo que saber donde mierda se encuentran las personas que faltan en el C.G.

Tenía pensado ir en dirección a la Sala del Cristal, pero escuché el sonido de algo caerse al suelo y paré de golpe . Era un broche, el extraño broche que aparecía en mis sueños y que al parecer me trajo hasta aquí. Si, ese. Se había vuelto a romper. 

━Me cago en la puta. Es que no hay nadie más torpe que yo. Ah, si, mi antigua compañera en la cafetería. ━Dije para mí misma mientras me agachaba para coger el dichoso accesorio.

Sentí una presencia detrás de mí, era extraña y daba miedito. Me giré rápidamente para ver quién estaba detrás mío, pero... No había nadie.

Que mal rollo, ya no se puede ni romper cosas tranquila.  Aunque tampoco le di demasiada importancia. Llevé el broche a mi habitación para intentar arreglarlo, pero lo único que hacía, es romperlo más aún. Al final me rendí, soy una torpe, será mejor que lo lleve a otro lado para que otra persona se ocupe.

Como no se me ocurría otro sitio, fui al mercado, más precisamente adonde estaba el puesto de los hermanastros estos tan raros.

━Hey, he vuelto. ━Saludé mientras me asomaba por encima del mostrador.

No hubo respuesta alguna. Entré y me percaté de que había una cajita azul junto a una hoja mal doblada. La cogí y leí lo que ponía.

« Eri, discúlpanos por irnos tan apresuradamente y sin avisar, recordamos que teníamos cosas que hacer. Te hemos dejado un regalito de la Tierra, para que no te olvides de tus orígenes. Besitos de parte de Rosa y Elver. »

Menudo morro que tienen estos tíos. Qué rápido se han marchado sin siquiera despedirse o avisar a Miiko.

Decidí abrir la caja y ver que diablos había dentro. Era un sacapuntas.

Un. Puto. Sacapuntas.

¡Al menos que me hubiesen dado el jodido mechero para prender fuego al cuartel! ¡Me hubiese resultado mucho más útil!

━¿En serio...? ¿Qué pretenden que haga con esto? ¡Aquí ni siquiera usan lápices! ━Murmuré.

Bueno, que al final, no pude encontrar a nadie que me ayudase con mi pequeño problema, así que me fui a leer a mi habitación, olvidándome por completo de cuáles eran mis intenciones iniciales al salir de la cantina.

Al abrir los ojos, me encontraba en mi cama, obviamente.