⤷│ Sometidos 〔Eldarya〕

↬│ Chapter 9.

Tras deshacerme de la estúpida carta, traté de olvidar todo lo sucedido hasta ahora y concentrarme solo en las personas a las que de verdad les importo. Aunque bueno, por ahora a la única a la que le importo es Ykhar, pero da igual, pronto volveré a ganarme la confianza del resto.

La esperanza es lo último que se pierde, ¿no?

La misión que me encargó Kero no era gran cosa, tan solo limpiar. Curiosamente, estos días todas las misiones están relacionadas con eso, ya no hay nada interesante por hacer.

Limpié los pasillos, la cantina, el laboratorio, y... Bueno, todos los lugares que se pueden limpiar. Era algo gracioso, me sentía como Cenicienta en esos momentos. Mientras trabajaba, canté y reconozco que también hablé con algún que otro familiar. Ay dios mío. Necesito amigos.

Al terminar la misión, tenía un dolor de espalda horrible, así que pensé que sería buena idea ir a la enfermería, a ver a Eweleïn para que me recetase algo. Cuando entré a la sala, la vi atendiendo a una mujer que no había visto antes. Ninguna de las dos se dieron cuenta de mi presencia.

━Hola, hace mucho tiempo que no nos vemos, heh... ━Dije para llamar su atención.

La elfa se sorprendió y dio un pequeño brinco hacia atrás, dando un leve golpe a una estantería y tirando así varios libros que se encontraban sobre esta. Joder, ni que yo fuese un ogro como para asustarse tanto. Aunque ahora que lo pienso, podría ser que la parte faery que tengo sea de esa raza.

La chica que no conocía hizo como que de repente ya se encontraba bien y se marchó a paso apresurado. La enfermera me miró durante unos minutos callada, como si no supiese que decir, hasta que rompió el silencio.

━¿Necesitas algo? ━Me preguntó en tono frío mientras se agachaba y recogía los libros del suelo.

━Pues la verdad es que sí. Me duele la espalda después de tanto trabajar.

━Vaya, así que a la señorita le duele la espalda. Sabes que no eres la única aquí que trabaja, ¿no? ━Hizo una pausa, pensando como continuar. ━De todas formas, yo no puedo ayudarte con eso. Deberías ir a la sala de alquimia y buscar a alguien que te deje una poción que te pueda ayudar con tu problema. ━Dijo molesta mientras comenzaba a colocar los libros en su estantería.

¿Pero a esta que mosca le ha picado? ¿A quién le puedo pedir la poción? A Ezarel no puedo, y no conozco a nadie más. A parte, yo soy muy mala en la alquimia.

Cuando nuestra querida enfermera terminó de colocar todo, se giró hacia mí y me miró de brazos cruzados y semblante altivo y arrogante.

━Bueno, pues... ¿Adiós, supongo? ━Murmuré dudosa.

━Adiós. ━Y ella me respondió secamente, cómo no.

Mientras cruzaba el marco de la puerta con obvia intención de irme, se me ocurrió una idea maravillosa. Agarré el pomo de la puerta, y la cerré con tanta fuerza que escuché como los libros de la estantería se caían de nuevo al suelo. Escuché a Eweleïn refunfuñar.