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Capítulo 17

Tenía un lindo abdomen y en lo único que podía pensar era en la sensación de fricción contra el mío.

Alex estaba viéndome, dudoso de sonreír o no mientras la música inundaba la habitación y yo seguía recargada en el marco de la puerta. Introdujo la mano en su bolsillo, sacó el mando del estéreo y lo silencio.

- No se si el que estés aquí sea bueno o malo - Dijo - tú dime.

Obligué a mi motricidad actuar y me enderese tranquilamente, no podía darle el gusto de notar lo que producía en mi.

- Eso depende de tus acciones - sentencié causándome de brazos.

Se permitió sonreír ampliamente - ¿ mis acciones ? - Preguntó y comenzó avanzar hacia mi.

- Vengo por lo que me robaste - dije antes de que llegara hasta mi - regresamelo... ahora.

Se frenó inmediatamente mientras su gesto se endurecia.

- ¿ Ha eso vienes ? - Preguntó asqueado - ¿ a recoger tu maldita mierda ?

- Dejará de darte asco cuando me la entregues - inquirí molesta.

No se molestó en contraatacar, así que solo se giró y se dirigió al lienzo. Fuí tras el.

- Te estoy hablando enserio - dije alzando la voz a su espalda.

- Estoy ocupado por si no lo haz notado - dijo y comenzó a mezclar colores en el pequeño tablón que tenía en su mano - yo si hago algo productivo.

Estaba escandalizada - ¿¡ Cuál es tu maldito problema !? - Le espeté y me interpuse entre el lienzo y él - ¡debería importarte una mierda!

- Ya te lo dije - alzó la voz mientras abría los brazos - tú eres mi maldito problema y por lo general mis problemas me importan.

Su cara estaba muy cerca y yo quería lanzarle un puñetazo, o eso creía.

- ¿ A dónde vas ? - Gritó cuando me escurrí de su frente.

- A buscar lo que es mío - contraataqué en gritos.

- ¿ Y qué? ¿ vas a fisgonear por todos lados?

- Si es necesario, no lo dudes.

Alex bufó exasperado - Enserio que te comportas como una niña

- Jodete - dije y comencé a husmear en sus cajones.

Rió por lo bajo y siguió pintando.

Comencé abrir cajones al azar, encontrando lo usual, camisetas, jeans, boxers, una caja de condones.

- No pierdes el tiempo - dije tomando la caja y agitandola para hacer sonar su contenido.

Alex giró para verme - No son míos - sonrió encogiéndose de hombros.

- No soy estúpida - dije y seguí buscando.

Río- No, enserio; no son míos - repuso - son de Tyler.

Un frío me revolvio las viseras, me ascendió por el pecho y me estalló en la garganta.

Me tragué mi dolor con dificultad - era de esperarse - dije y azoté un cajón.

- Te advierto que si arruinas algo te lo cobraré - advirtió apuntandome con el pincel.

Levanté los brazos y rodé los ojos cómo nunca.

- ¿ Por qué conservas este espacio en blanco ? - Pregunté fijándome en la pared detrás de su cama.

- La estoy reservando - dijo muy tranquilo mientras delineaba en su cuadro.