Un nuevo día emerge, abro los ojos y me encuentro enredado entre finos lazos de arena, el cuarto entero parece estar viendo consumido por el desierto. Los lazos se conectan directamente al cuerpo de Sasori, son como venas, incluso puedo sentir como laten cada una de ellas.
—Sasori es hora de despertar.
Digo mientras los lazos se tensan. Rápidamente abre los ojos y la arena se desploma al suelo, como si de un muerto se tratara.
Tras lograr desayunar tomamos rumbo hacia la aldea del desierto, de camino pasamos por un pequeño pueblo y aprovechando decidimos parar un rato. Ese día el calor era insoportable, así que nos detuvimos en un lugar para poder tomar algo frío. El comercio estaba vacío y solo una anciana estaba a cargo del lugar.
—Hola, queríamos la bebida más fría que tengas a disposición, por favor.
La señora nos pide que esperemos un rato y nos ofrece unos asientos.
Al sentarme me estire hacia atrás y viendo el cielo me puse a pensar.
—(Solo faltan unos pocos kilómetros y estaremos en la aldea, no puedo entrar directamente con Sasori o lo matarían, aunque, nunca nadie antenas había visto la cara de al que llaman "La Arena Negra", siendo sincero no sé porque le llaman de ese modo, y pensar que mi misión es la de matarlo, pero al final parece que estoy haciendo todo lo contrario, de seguro el jefe me gritaría como de costumbre, que fastidio).
En eso la anciana nos trae las bebidas, estás eran de higos de tuna, algo muy común por estos lados. Sasori se queda mirando el jugo como asombrado.
—Que te pasa, ¿Nunca vistes una bebida de cerca?
Pregunte mientras bebía.
—Pense que el agua era transparente o roja, interesante.
Responde con una voz apagada.
—(Este chico no está muy bien de la mente, eso es seguro, debería tener cuidado con él).
Pensé asta que de pronto el líquido en el vaso de Sasori empezó a temblar, rápidamente le tiré la bebida al suelo y el líquido se derramó, filtrándose entre la arena del suelo, tras el movimiento la arena se empezó agitar y actuar en defensa de Sasori, él rápidamente se agarró la cabeza y empezó a repetir la palabra no rápidamente intentando tranquilizarse, las lágrimas empezaron a brotar nuevamente y todo el lugar se puso a temblar, de pronto entre la arena, sale como agujas agua en dirección a Sasori, pero la arena actúa como con consciencia propia y se interpone en la trayectoria, la arena se alborota y se empiezan a formar largas colas de arena que se prenden de Sasori, estas golpean violentamente las casas y mercados del pueblo, matando todo a su paso.
Entre los escombros salta Shine y se coloca a mi lado.
—¡¿Qué diablos haces inmóvil al lado de la arena negra? Ataca descerebrado!
Me grita, tan amable como siempre.
—No tengo tiempo para explicar, sígueme, tenemos que dejar el pueblo.
Le digo mientras todo se cae a pedazos.
—¡¿Estas loco? Nuestra misión es matarlo!
—Como quieras pero enterrada entre la Serna no podrás matar a nadie.
Tras ver que el pueblo estaba siendo enterrado en la arena ambos escapamos del lugar y esperamos a que Sasori terminara de borrar un pueblo del mapa.
