Finalmente a una distancia considerada yo y Shine nos sentamos a esperar que Sasori terminara de destruir un pueblo.
—Hola Shine, qué tal tu día.
Le hable tranquilamente.
—¡Cómo que hola, ¿Te das cuenta de lo que hicistes? Todo el pueblo fue destruido por tu culpa!
—yo estaba tranquilo disfrutando de una bebida, hasta que cierta señorita de "elite" atacó sin previo aviso, sabiendo que yo me encontraba en el lugar.
—¡Estabas con la arena negra, que esperabas, que me quedara esperando a que matara a todos!
—En primer lugar, es humano y su nombre es Sasori y en segundo, de igual modo terminaste matando a todo el pueblo.
—¡Sabes que es un demonio, y nuestras órdenes son claras, matarlo!
—Empiezo a creer que todas esas cosas son mentiras.
En eso el llano deja de sonar, al voltear no quedó nada del pueblo, perfectamente podrían decir que nunca hubo un pueblo en ese lugar y cualquiera lo creería, en el centro del desastre, se encontraba Sasori, desplomado en la arena. Nos dirigimos hasta él, pero al acercarnos la arena toma una forma defensiva en derredor de Sasori.
—Ahora es estúpido el intentar acercarnos más, la arena no permitirá que sigamos, cuando termine te lo presentaré, no es un mal chico.
Shine aún no mostraba confianza en mis palabras, pero aún así estuvo dispuesta a esperar.
—Bueno, cuéntame, como te a ido en el tiempo que no estuve.
Le pregunté para abrir conversación.
—Todo a marcado relativamente normal.
Responde sobradamente.
—Recuerdo que hace tiempo estabas haciendo las pruebas para subir de rango ¿Cómo te fue?
Digo mientras juego con un cuchillo.
—Aprobe, oficialmente soy de segundo rango.
Responde ella sin muchas ganas.
—Felicidades, aunque por tu cara no parece alegrarte.
—Sabes que las cosas no van bien, muchos de segundo rango están siendo enviados a misiones suicidas y el jefe cada vez habla más de paz y que por fin firmara un tratado con la aldea del fuego.
—¡¿La aldea del fuego?!
Pregunte asombrado
—Si, y sabes que en ese país es donde ronda el de madera, algunos creen que los están cazando para usarlos como armas.
—Si la idea del jefe es usarlos como armas no estaría mandarlo matar.
—¿Tú crees? ¿Por qué piensas que lo cazan grupos de 4, y uno casualmente de segundo rango? El plan no es matarlo, es capturarlo, nos informaron que tras capturarlo, cada capitán debería matar a sus soldados a cargo, para luego llevarlo a la aldea donde le harán que sabe que.
—Por eso atacantes ¿No? En ese caso lo que necesitamos es irnos del país.
—El único país que no los está cazando aparentemente en en dónde está situada la aldea del viento, pero para llegar tendrás que pasar por el país de la aldea del fuego, lo cual es complicado ya que por el tratado muchos de los de nuestra aldea se encuentran allá, y si te ven, te reconocerán, sin un permiso del jefe es prácticamente imposible el escapar.
En eso Sasori se levanta de entre la arena.
—Entonces no queda más remedio que ir a la aldea y tramitar el pase.
Digo mientras me levanto y sacudo la arena de mi ropa.
—Pero...
—No te preocupes Shine, nadie se enterará que Sasori estuvo dentro de la aldea, a no ser que quieras cuidarlo a las afueras.
—¡No puedo hacer eso, tengo misiones que hacer!
—Entonces no hay tiempo que perder.
Así los tres tomaron rumbo a la aldea de la tierra.