Cap. 10 De regreso a la aldea

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Pasaron los días, y la situación en la frontera se mantenía tranquila, lo cual parecía ser extraño, al cabo de unas semanas llegaron los obreros de la aldea junto con un grupo de soldados a construir un puesto de vigilancia, luego de que todo parecía estar en su lugar, se nos mandó volver a la aldea, estuvimos un total de cuatro semanas en aquel lugar, ahora faltaban los días que llevaba el volver, a todo esto ¿Cómo estará Sasori?
Por el camino nada importante ocurrió. Cuando llegamos alas puertas de la aldea ambos fuimos directo a ver al jefe, nos regalo como de costumbre pero al final nos felicito y pago por los servicios, Tenzo y yo salimos del lugar y ambos caminamos un poco por la aldea.
—¿Y bien? ¿Que harás ahora?
Le pregunté a Tenzo.
—Supongo que iré a comer afuera, dicen que abrió un nuevo restaurante cerca de casa, algún día podríamos ir a comer junto con Sasori.
—Eso suena bien.
Respondí mirando al suelo.
—¿Pasa algo?
Pregunta Tenzo preocupado.
—No es nada, sólo pensaba, de igual modo tengo que ir a buscar a Sasori, luego nos vemos.
Ambos nos despedimos y tome rumbo al apartamento de Shine, tras llegar al edificio tocó timbre pero nadie responde, supuse que estarían de paseo así que me fui a mi casa a descansar, al final el viaje me avía dejado muerto.
Llego a casa y luego de abrir la puerta lo primero que hago es tirarme a la cama, no tardó mucho en quedarme completamente dormido. Luego de un tiempo siento como si algo me tocara la cara, abro mis ojos y me encuentro tirado sobre la arena, al cabo de un tiempo me doy cuenta de que estaba en medio del pueblo, pero las casas y edificios estaban destruidos, era como una enorme tormenta de arena, en el cielo la luna se veía enorme y en la sima de una enorme duna de arena, se encontraba Sasori parado de espaldas, la arena se mezclaba con su pelo rojo, ahora más rojo que nunca por la luz de la luna, a mi lado se encontraba el cuerpo sin vida de Tenzo, y el cuerpo del jefe sin su cabeza. Sasori se da la vuelta y no pude evitar el gritar su nombre, cuando me ve la arena se torna negra y como si de un muñeco se tratara, cae rodando por la duna hacia mi y se detiene justo en frente mío, su cara estaba a unos centímetros de la mía, su mirada estaba muerta, en su espalda dos espadas una de era de rayo y la otra de hielo, de su boca emanaba una fuente de sangre, rápidamente me levanté, y en mi mano derecha se empezó a formar una espada de arena negra, empuño la espada y al comprobar su filo me hago un corte en un dedo, empieza a salir sangre y al caer una gota las espadas de rayo y hielo se elevan un poco, saliendo del cuerpo de Sasori, en eso me hago un corte en la mano y al derramar mi sangre en la arena las espadas empiezan a dejar su cuerpo, una y otra empiezo a cortarme, mientras más perdía mi vida, más vida recuperaba Sasori, hasta que el filo de la arena atravesó mi corazón, en ese momento caigo a un lado, sintiendo el calor de mi cuerpo escaparse de mi interior, mi vida se perdía, y en el último momento, a punto de cerrar los ojos, logro ver cómo Sasori se pone de pie, ahora solo me esperaba la oscuridad de la muerte, y en lo más profundo de ella abro los ojos, aún me encontraba en mi cuarto, rápidamente me levanto aguitado, y salgo a la aldea, todo estaba normal, parece que solo fue un sueño.

La arena negraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora