boxing

capítulo 9

¡Hasta pronto!— Me despido antes de salir por la puerta principal de la cafetería.

Empiezo a caminar hasta mi casa, cuando veo un Land Rover negro grande aparcado en la acera de enfrente. Alguien baja la ventanilla del coche. Sus rizos le delataron antes incluso de verle la cara. Harry me hace señas. Pienso en ignorarle y continuar mi camino pero sé que luego me arrepentiré, por lo que cruzo la carretera lo más rápido posible.

Entro por la puerta del copiloto, cerrando la puerta detrás de mi. No puedo mirarlo, por lo que me dedico a mirar al frente. 

¿Me vas a ignorar siempre Bella?— Pregunta, finalmente. 

Me giro hacia él. Sus labios están apretados y su cuerpo tenso. 

Tal vez.— Respondo

Harry suspira.

Y, ¿puede su majestad decirme la razón por la que no me habla?— Pregunta, con burla

No quiero contestarle, pero la verdad es que su comentario de mierda me ha encendido. Me vuelvo a dirigir hacia él, esta vez con el tono un poco alzado.

No estoy de humor para bromas Harry. Tal vez estoy así porque te liaste con una tía en la fiesta de Louis y luego te ví subir con ella las escaleras a hacer lo que ya sabemos todos. No necesito tus burlas, ya fue suficiente humillación.— Digo, de un tirón.

Harry palidece ante mis palabras. De todas las respuestas que se esperaba, esa no estaba entre ellas. Tras unos minutos de silencio, Harry habla.

Mira me iba a disculpar hace unos minutos, pero ahora que recapacito pienso que no tengo que hacerlo. Soy libre de hacer lo que quiera y no es mi problema que seas tan niñata como para ignorarme porque me enrollé con otra tía delante de ti. No somos nada Bella, ni seremos nada.— Responde, mirando al frente.

Busco en su expresión algún atisbo de debilidad, o de engaño, porque no me quiero creer todo lo que ha dicho. Sin embargo, solo encuentro una expresión seria y firme. Harry está diciendo la verdad. Noto que los ojos se me ponen llorosos y como el nudo en la garganta se hace cada vez más grande. Necesito salir de este coche antes de romper a llorar.

¿Y por qué me has hecho venir aquí?— Le pregunto

Tras unos segundos, me mira.

Quería preguntarte por el horario de la cafetería, ya que no está puesto en la puerta. Eres tú la que ha decidido meterse en el asiento del copiloto sin consultarme.— 

En mi vida me había sentido tan desgraciada.

Doy un débil asiento con la cabeza, antes de abrir la puerta y salir del coche. Espero algún tipo de despedida por parte de Harry, pero en su lugar solo recibo silencio.

Salgo sin mirarle. Me he enamorado de alguien sin corazón, al que no le importo nada y que además se regocija de ello. Menuda estúpida.

Me abrocho bien el abrigo y comienzo a caminar, mientras me limpio las lagrimas que ya asoman por mis ojos.

2 horas más tarde

Ya estoy lista para verme con Niall. He decidido ponerme unos vaqueros ajustados, una camiseta de tirantes negra ajustada, un jersey encima de lana morado oversized (que deja al descubierto mi hombro derecho) y mis botines favoritos con algo de tacón. Me he ondulado un poco el pelo y de maquillaje solo me he puesto rímel, pintalabios y corrector (para disimular las rojeces que las lagrimas me habían dejado).

Llevo estas dos horas pensando en lo que Harry me había dicho, pero he llegado a la conclusión de que su rabieta no me destrozaría el rato que tengo con Niall. 

Bajo las escaleras.

Jake, me voy que he quedado con un amigo. No me esperes para cenar.— Digo, cogiendo mis cosas.

¿Horan? No te tenía como su tipo de chica.— Responde mi hermano, sin apartar la vista de la televisión.

¿Cómo sabes tú que...?— El timbre de la puerta interrumpe mi frase.

Mi hermano me mira.

Bueno, tal vez me haya pedido nuestra dirección para venir a buscarte. Me subo. De nada y pasatelo muy bien.— Dice, subiendo los escalones de dos en dos.

Se ha ido tan rápido que no me ha dado tiempo de regañarlo. Respiro hondo antes de abrir la puerta.

Niall está apoyado en el marco de la puerta. Lleva una camiseta de manga corta negra y unos vaqueros negros junto con una deportivas puma. Cuando me ve, sonríe.

Estás preciosa.— Dice, dándome un abrazo.

Gracias, tu estás muy gótico.— Digo, provocándole una risa encantadora.

¿Es lo único que te ha salido? La próxima vez vendré de amarillo fluorescente, no te preocupes.— Ambos reímos ante su comentario.

Cierro la puerta de casa y le sigo hasta su coche. Una vez me pongo el cinturón, hablo.

¿Adonde vamos?— Pregunto

Es una sorpresa, ya verás.— Responde.

El coche empieza a dirigirse al centro. Niall aparca en una de las calles paralelas a un descampado, el cual tiene un escenario enorme y varios puestos de comida.

Le miro.

Es un festival de música. La cabeza de cartel es Billie Eilish y como sé que te gusta mucho he pensado que sería una buena idea.— Dice, algo tímido.

¿Es una broma? Intenté coger las entradas en cuanto salieron y me quedé sin ellas! ¿Cómo las has conseguido?—Pregunto, exaltada.

Tengo mis contactos.— Responde, quitándole importancia.

Le abrazo.

No sabes cuanto significa, muchísimas gracias Niall, de verdad.— Vuelvo a hablar.

No es nada. Vamos, que nos quedamos sin sitio.— Ambos avanzamos hacia el chico que estaba verificando las entradas.

Tras 2 horas de festival, queda solo Billie por salir al escenario. Al ser la cabeza del cartel, es la última de todos. Por mi parte me lo estoy pasando genial. Han salido algunos grupos que conocía (como Bring me the horizon o Panic! At the disco) y otros que no conocía pero que me han encantado. Niall y yo hemos bailado juntos sin parar toda la noche, a veces más pegados de lo normal, pero la verdad es que estar con él me hace bien. 

El presentador dice el nombre de Billie y todo el mundo empieza a gritar. Yo empiezo a saltar y al final me subo a caballito encima de Niall. Billie sale cantando you should see me in a Crown. Después sigue con algunos temas como watch o hostage. Niall se queda mirándome durante un buen rato mientras canto todas las letras de las canciones, sonriéndome. 

Ha sido una pasada Niall, en serio.— Digo, mientras andamos hacia el coche.

Me alegro.— Responde, subiendo al asiento del piloto.

Yo subo en el del copiloto, cierro la puerta y echo la cabeza hacia atrás, con los ojos cerrados. Me lo he pasado muy bien pero eso no quita que el volumen de la música me haya dejado un dolor de cabeza terrible. Al no escuchar el ruido del motor, abro los ojos. Le miro.

Niall me está mirando serio, con su cuerpo girado totalmente hacia mi. Su mirada recorre todo mi rostro, hasta pararse en mis labios. Se empieza a acercar a mi. 

Decido tomar la iniciativa yo y acortar el espacio que nos separaba. 

En menos de lo que me quiero dar cuenta, estoy besando a Niall Horan en su coche, tras uno de los festivales más divertidos de toda mi vida.