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Puse una mano sobre mi boca firmemente, reprimiendo el chillido que subió por mi garganta. Pero después de una mirada clandestina hacia el living, me incliné nuevamente y tomé otro vistazo.
Lo vi a él de perfil.

Él estaba completamente desnudo, con su pelo rubio puesto detrás de sus orejas. Rose estaba frente a él, agachada en sus rodillas en su gigante cama de cuatro postes, ella dándole la espalda a él.
Hasta de perfil, era fácil ver que ella estaba extasiada; mordiendo parte de sus labios, sus párpados medios cerrados, el agarre de sus dedos contaban la historia. Sus manos estaban convertidas en puños en las sábanas color caqui, y a pesar del zarandeo de sus senos, ella estaba por otra parte inmóvil, aparentemente satisfecha dejando a Jeongguk hacer el trabajo.

Y vaya trabajo que él hizo.

Sus piernas estaban separadas un poco más que la distancia de sus hombros, los hoyuelos huecos a los lados de sus nalgas se apretaban mientras él giraba y bombeaba contra el cuerpo de ella. Su piel era dorada, su cuerpo largo, fornido. Noté un tatuaje, una escritura en la parte de atrás de su pantorrilla derecha, pero el resto de su forma era prístino, su piel dorada y lisa brillaba con la transpiración. Una de sus manos estaba apoyada en el lado derecho de la cadera de ella, la otra extendida más abajo en su espalda húmeda, su mirada intensa, carnal, necesitada en la unión rítmica de sus cuerpos.

Él aplanó una mano a lo largo del valle de su espalda, su lengua mojando sus labios mientras se movía.

Me quedé mirándolos, completamente cautivado por la visión. Yo sentía el rastro de chispa de la excitación en mi abdomen, una sensación tan mal bienvenida como familiar. Él era magnífico.

Ausentemente, llevé mis dedos hasta mis labios, luego me congelé al darme cuenta que estaba escondido en su living, hojeando a través de una puerta abierta, mirando al hombre que una semana atrás había decidido que era mi enemigo mortal teniendo sexo.
Estaba completamente perturbado.
Y debería haberme ido, debería haber caminado lejos con nada más que una pequeña mortificación, si Jeongguk no hubiera escogido ese momento para inclinarse hacia delante, más cerca del cuerpo de ella, y morder.
Sus dientes rozaron el lugar entre su cuello y hombros, luego perforó. La garganta de él empezó a moverse convulsivamente, sus caderas todavía moviéndose, incluso más fieramente, si eso era posible ahora que él había agujereado su garganta. Dos líneas de rojo, de la sangre de ella, trazaban un camino por su pálida columna desde su cuello.
Instintivamente, levanté una mano, tocando el lugar donde yo había sido mordido, el lugar donde las cicatrices deberían haber empañado mi garganta. Había experimentado la mordedura, la violencia misma interesada de él, pero ésta era diferente. Ésta era vampírica, siendo vampiro. Un verdadero vampiro.
El sexo no obstante, era alimentado de la manera que debía ser.
Él y ella, compartiendo el acto, no sólo sorbiendo del plástico de una bolsa médica. Yo sabía eso, lo entendía a nivel genético. Y ese conocimiento, siendo testigo de ese acto, presenciándolo tan de cerca, aunque ni siquiera estaba hambriento, claramente no de la sangre de Rose, despertaba al vampiro. Comencé a respirar rápidamente, tratando de contener el hambre, de mantenerme en calma.
Pero no lo suficientemente rápido.
Jeongguk repentinamente levantó sus ojos, nuestras miradas trabadas a través del espacio de tres pulgadas que quedaba entre las puertas.
Su respiración paró, sus ojos brillando plateados.

Él debe haber visto la mirada de mortificación que cruzó mi rostro, y sus iris cayeron rápidamente a verdes. Pero él no apartó la mirada. En cambio, se mantuvo con una mano en la cadera de ella y continuó bebiendo, sus ojos en mí.

Salté lejos, puse mi espalda en la pared, pero el movimiento fue inútil. Él ya me había visto, y en ese segundo antes que el plateado cambiara, había visto la mirada en sus ojos. Allí había un tipo de esperanza, de que yo hubiera tenido una razón diferente para aparecer en su puerta, de que yo hubiera ido a ofrecerme a mí mismo de la manera en que lo hizo Rose.

Algunos Chicos Muerden [KookMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora