Capitulo 1 - El inicio de la Leyenda

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Dicen por ahí que cada familia es única y que puedes tener la suerte de que puedan tener algo extraordinario, como una empresa multimillonaria, un negocio familiar simple o un linaje de la realeza. En mi caso, no es del todo así, ya que vengo de una familia... Un tanto peculiar.

Resulta que mi madre es mitad barco o algo así, ya que mi abuelo se casó con un barco que tomó apariencia humana gracias a una tecnología que, parece ser, provenía de otro mundo. No sé nada de mí padre ya que parece ser que murió en una misión ya que era un oficial de la Marina Británica encargado de supervisar el mantenimiento que sus subordinados le hacían a un acorazado de batalla, y mi madre no quiere hablar de eso, así que tampoco sé su nombre. Y a pesar de que mi madre es mitad barco, yo nací como un humano normal y corriente. Mi madre me puso el mismo nombre que mi abuelo, el almirante Ouryuu, porque no solo saqué el mismo cabello y color de ojos que él, sino que en su época, era considerado como un héroe, porque previno que unos seres de otra dimensión vinieran a invadir nuestro mundo, y ayudó a las ciudades afectadas por la guerra, usando sus recursos para comprar barcos o ayudar con materiales para reconstruir las ciudades, además de que tuvo que sacrificar algunas de esas chicas barco para ayudar económicamente a otros países.

A los 17 años me independicé y comencé a vivir por mi cuenta en un pequeño departamento en una ciudad pequeña. Sin embargo, mi vida normal cambiaría de la noche a la mañana de la manera más inesperada. Aún no sé cómo fue que llegué a este mundo, si fue obra de la suerte, o si el hechizo que hice tuvo que ver.

Aún recuerdo todo como si hubiese sido ayer. Todo comenzó en un día normal, en el Mayo de 1975 que me interesó estudiar la brujería, y en mi búsqueda de conocimiento, encontré una rama de la brujería que me llamó especialmente la atención, y se trataba de la wicca. Después de mi iniciación, estuve estudiando y haciendo prácticas diariamente para ver si puedo tener habilidades mágicas a pesar de ser un humano normal. Empecé con lo más básico, elaborando pociones y haciendo viajes astrales para conocer mi familiar, mi hada guardiana y para visitar temporalmente otros reinos mágicos. Lo más difícil fue dominar la kinesis de los elementos, pero al fin pude tener el control de los 4 elementos principales: tierra, agua, aire y fuego, e incluso otros elementos de la naturaleza como el hielo y la electricidad. Todo lo que aprendí y practiqué sobre el dominio de los elementos lo anoté en un libro que hice a mano, y todo lo demás lo escribí en el Libro de las Sombras con el que empecé a estudiar la wicca.

Pasó un tiempo, y mis avances en el estudio de la magia progresaban muy bien, al punto de que podía usar lo que había a mi alrededor para mi beneficio. Por ejemplo, cuando había viento, usaba mis brazos y piernas para envolverlos en remolinos y así poder volar, aunque sea a corta distancia, o también usaba el calor del Sol para crear fuego y calentar la comida para así ahorrar gas. Y no solo eso, sino que mis viajes astrales duraban un poco más y algunas pociones me ayudaron a curar unas enfermedades que tenía desde hace tiempo. Pero todo cambió el día en que quise probar algo que siempre me llamó la atención: el tema de la invocación.

A diferencia de lo que se cree, en las invocaciones no hay un horario o lugar específico. Es decir, no se hacen a medianoche en un cementerio, ni mucho menos se usan sangre, huesos de personas recién fallecidas o tierra de ataúdes para invocar. Recuerdo que estaba solo en mi cuarto, y estaba buscando cómo invocar un ser mágico, así que empecé con algo sencillo. Lo que no me esperaba, era que, apenas terminé de dibujar el círculo mágico en el suelo, y éste empezó a brillar, estando yo dentro de él. De pronto, sentí que algo me jalaba hacía adentro del círculo, y quería sostenerme en algo, pero lo único que pude hacer antes de desaparecer fue agarrar mi Grimorio de los Elementos en donde tenía escrito todos mis hechizos y prácticas que hice para controlar las fuerzas de la naturaleza. La luz me cegó por unos breves segundos, y cuando recuperé la vista, estaba en un lugar totalmente diferente, y frente a mí había una chica pelirroja con peinado de una coleta que llevaba una vestimenta que nunca había visto y dijo.

La Leyenda del Invocador y los HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora