Broken; [ᴵᶻᵁᴷᵁ ᴹᴵᴰᴼᴿᴵᵞᴬ]

Chapter 22.

Los personajes que aparecen en esta obra son propiedad de Kohei Horikoshi.
Si es que encuentran algún error háganmelo saber, por favor.

Gracias por leer~

El peli verde despertó en un lugar bastante desconocido por él, pero aún así, el aura que emanaba ese lugar era agradable.

Cuando menos lo pensó, se dio cuenta que se encontraba en una hermosa pradera, el clima de ahí era perfecto, el ligero viento que cubría la mayor parte de su rostro era agradable, desearía permanecer sentado mirando el gran sol que se mantiene siempre en el mismo lugar y admirando el hermoso cielo decorado con nubes en su totalidad blancas que combinan perfectamente con el tono rojizo y rosado del cielo, pero de pronto siente una corriente eléctrica recorriendo su cuerpo entero lo que lo obliga a despertar de golpe y tomar un gran bocado de aire mientras su respiración se mantiene agitada e inestable, manteniendo sus ojos achicados por la impresión.

—Lo hemos revivido con éxito—Exclamó el doctor dejando de lado dos aparatos

¿Revivido?, entonces, ¿estuvo muerto por unos instantes?.

—¡Izuku, Izuku!—Su madre se acercó rápidamente a él mientras le tomaba de las manos y le otorgaba ligeros besos a estas

—¿Qué pasó?—Preguntó encontrándose aún confundido

—No importa, lo importante es que estás de nuevo aquí

¿De nuevo aquí?, esto le confirma sus sospechas, pero eso no le importa ahora.

—Mamá, ¿dónde está mi hija?

Su madre rápidamente cambió, de mostrar un semblante alegre pasó a uno más depresivo, esto pronto le ocasionó temor e inseguridad a Izuku.

—Ella...

—Ella está en la incubadora—Dijo finalmente Todoroki quien acababa de ingresar a la habitación—Es prematura así que tendrá que permanecer un tiempo ahí—Agregó

—¿La viste?

—Puedes no traerme ese recuerdo de nuevo, por favor—Le pidió mientras trataba de sostenerse con cualquier cosa que se encontrara a su alrededor

—No me refiero a eso. ¿La viste?, ¿viste cómo era?, ¿su apariencia?

—Sí, pero creo que será mejor que tú la veas con tus propios ojos. Iré por la enfermera—Anunció para después desalojar la habitación

Sólo bastaron unos minutos para que se diera el regreso del bicolor junto con la enfermera que los llevaría a conocer a la menor.

Con pasos lentos y mostrando algo de nerviosismo, Izuku se acercaba cada vez más a ese lugar.

—Aquí es. La bebé de la derecha es tu hija—Anunció la enfermera

—Adelante, conócela—Le ánimo Shouto dándole un pequeño empujón para que se decidiera a voltear

Cuando Izuku finalmente le dirigió la mirada, no pudo evitar soltar algunas lágrimas.

Lo único que los separaba era ese gran cristal. Su hija era demasiado pequeña, su tono de piel bastante pálido pero aún así sus mejillas resaltaban con un cierto color rojizo adornado con algunas pecas, sus cortos y limitados cabellos eran similares a los de Izuku y bajo ese par de párpados cerrados escondía unos hermosos ojos color carmesí.