Capítulo 11

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Algo tenía que pasar tarde o temprano. Todo estaba yendo demasiado bien para ser verdad.

Claudia caminaba despreocupada por los pasillos del colegio. Tenía diez minutos para llegar a su próxima clase.

"Me sobran cinco".

Caminó hasta el baño y dejó sus cosas en el lavabo. Se mojó la cara. Había sido un día agotador, y tras dos exámenes, solo quería irse a casa.

En ese momento, escuchó un ruido. Se giró hacia los aseos, pero no encontró nada.

"Estás demasiado cansada, Clau. Ya oyes cosas donde no las hay".

Respiró hondo, y cuando se disponía a coger sus cosas, alguien salió de uno de los aseos.

"Mierda".

- ¿Scott? ¿Qué haces aquí? Este es el baño de chicas.

- Oh, nada. Solamente pasaba por aquí.

Avanzó hasta quedarse a su lado y se lavó las manos:

- Bueno Claudia, ¿qué se siente al salir con un disminuido mental?

- Te recuerdo que mi novio es Ashton, no alguno de vosotros - dijo Claudia, irónica.

Entonces, Scott la empujó violentamente contra una pared de los aseos. El golpe fue fuerte, y Claudia ahogó un gemido:

- Mira, niñata. Me crispas. Estás todo el día con ese perdedor, y no podemos hacerle nada porque no queríamos hacerte daño a ti. Pero ya nos estás jodiendo. Mucho.

Claudia se dispuso a gritar, pero Scott le tapó la boca:

- Clau, ¿no te das cuenta? Estás saliendo con un puto suicida. Y parece que te da igual.

La pelirroja hizo una mueca que oscilaba entre el miedo y el desconcierto. Scott puso los ojos en blanco, y acercó su cara a la de Claudia, susurrando:

- Ashton se corta. Se raja como un maldito. Ha intentado ya suicidarse varias veces. Oh sí, es por nuestra culpa, obviamente. ¿Y qué? Si Ashton muriera, nos haría un favor. Estando tú no lo vamos a conseguir.

- Eres un asqueroso hijo de puta - exclamó Claudia, aún oprimida por la mano de Scott.

- Di lo que quieras, tu opinión me da igual.

Scott pensó un momento:

- Aunque, ¿sabes? Esto me ha dado una idea. Sé de algo que puede hacer sufrir aún más a Ashton.

Claudia abrió mucho los ojos, horrorizada. Scott empezó a besar su cuello lentamente, y sus manos empezaron a subir desde los muslos de la chica hacia arriba. Claudia se sentía morir. Cuando Scott comenzó a a añadir más intensidad a sus actos, Claudia obedeció a sus instintos.

Le pegó una patada en el estómago a Scott y salió corriendo del baño.

Corrió por los pasillos, mientras Scott se retorcía de dolor. En ese momento, chocó con alguien.

"Mierda y más mierda".

- Amor, ¿qué haces entrenándote para la media maratón del colegio? - preguntó Ashton, riendo y mostrando sus hoyuelos. Un momento...

Cogió las mejillas de Claudia. Estaban húmedas:

- Espera...¿has estado llorando? Cuéntame qué ha pasado.

- Ashton, no. No importa.

- ¡Joder Claudia! ¿Han sido ellos, verdad? Te dije que salir conmigo solo te traería problemas.

Antes de que pudiera seguir lamentándose, Claudia abrazó a Ashton con todas sus fuerzas. El rubio la rodeó y la estrechó fuertemente contra él.

Scott apareció en escena, casi recuperado del golpe. Avanzó hacia la pareja. Claudia se estremeció:

- ¡Hola parejita!

Scott se acercó a Ashton y le susurró con malicia en el oído:

- Menos mal que ha salido corriendo. He estado a punto de desvirgarla yo antes que tú, y hubiera sido patético.

Ashton entró en shock.

Las lágrimas de su novia.

Su pequeño cuerpo tembloroso.

Ashton lo comprendió todo.

Ashton dejó de ser él.

Se abalanzó sobre Scott con los ojos inyectados en sangre y empezó a golpearle sin piedad. Le pegaba bofetadas, puñetazos, patadas. Estaba fuera de sí.

Claudia consiguió que Ashton entrara en razón y dejara en paz a Scott, y dos amigos de Scott que también acosaban al rubio, cogieron a la víctima para apartarla de ahí.

Toda la gente allí reunida estaba en shock. Nadie imaginaba que Ash, el nerd con el que se metía todo el colegio, tuviera tanta fuerza. Y tampoco imaginaban que pudiera rebelarse algún día.

Excepto ese día:

- Como volváis a tocar a mi novia - sentenció Ashton con la respiración entrecortada - os juro que no seré tan bueno como esta vez. A mí podéis hacerme lo que queráis. Pero a ella ni la miréis. ¿Está claro?

Los acosadores de Ashton asintieron y llevaron a Scott a la enfermería.

Claudia abrazó a Ashton, y luego cogió su mano, acariciando los múltiples brazaletes que adornaban sus muñecas. Le miró a los ojos con ternura.

Ashton lo comprendió todo.

Ashton había dejado de ser él.

The Only ReasonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora