Capítulo 8

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- Si te hago daño, me lo dices.

Ashton y Claudia estaban en casa del rubio, y ella mojaba algodón en agua oxigenada para desinfectar un rasguño que se había hecho contra el suelo de la carretera.

Ambos estaban solos, ya que los padres de Ashton estaban en el cine. Ya se lo contaría más tarde:

- ¿Escuece?

- Bah, un poco. Lo puedo aguantar.

Ashton tenía el rostro apagado y sonreía de forma amarga. A Claudia le partía el corazón verle así. Le dio un tímido beso en la nariz:

- Ash, ¿has hablado de esto con tus padres?

- Se preocupan demasiado por mí. No quiero que lo hagan.

- Cielo, tienes que acabar con esto de una vez.

- No puedo hacer nada. Me la tienen jurada desde que entré en ese maldito colegio.

Claudia suspiró:

- Me vas a dejar...¿verdad? - dijo Ashton, dolorido.

- ¿Qué dices?

- Te estoy metiendo en problemas.

- Me da igual. Ash. Ash, mírame - Claudia le acarició la mejilla y el chico clavó sus grandes ojos verdes en ella - escúchame. Eres mi problema y quiero que lo seas. Vamos a acabar con esto, y vamos a acabar juntos.

Ashton acercó su cara a la de Claudia y le comenzó a besar apasionadamente. Claudia se echó para atrás, tumbándose en el sofá, y Ashton encima, con cuidado. El rubio comenzó a dejar pequeños besos, primero en sus comisuras y luego bajó hacia su cuello. Ella se estremeció:

- Ash...Ash, para, tus padres van a venir y te tengo que curar.

- Venga va, un poco.

- Ash...

El chico dejó su cuello y levantó la mirada, encontrándose con los ojos marrones de ella. Sintió algo dentro de él, algo muy fuerte. Supo en ese momento que lo que sentía solamente era comparable al amor, al deseo, a tenerla junto a él y no soltarla.

Sentía que se estaba enamorando.

Ambos se levantaron y Claudia rió. Ashton se sintió morir, amaba cuando ella reía:

- Lo único que necesitamos es urdir un plan para que te dejen en paz.

- Claudia no, en serio, no quiero que te hagan nada a ti.

- Uf - suspiró ella - de acuerdo. No haré nada sola, prometido.

Ashton sonrió, besó a Claudia rápidamente y ella siguió curando sus heridas con cuidado.

"No haré nada sola. Pero, con ayuda, pienso acabar con esto".

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