Dulce limón (RESUBIENDO... 💛)

🍋| 60. [+18]

🚧 Advertencia 🚧

Llamada pornosa

Lenguaje vulgar

Da cringe

•••

Estás llamando al teléfono celular de Baby. 🍦

Llamada en curso

Draco atendió lo más rápido que pudo, colocándolo en alta voz, para que la emoción fuera más grande. Para sentirse cómodo, recurrió a la privacidad y se encerró en su baño. Sabía que Harry no se quedaría de brazos cruzados ante una de sus insinuaciones sexuales. Tenía que hacer algo, porque ya habían entablado previamente el ritmo de su relación.

—¿Daddy?

—Oh, oh... —gemía Daddy desde el otro lado del teléfono. A Draco se le pusieron los vellos de punta—. ¿Draco? ¿Estás ahí?

Su voz estaba muy gruesa. Jesús mío.

—Sí, Daddy. Para ti, siempre. —Draco se bajó rápidamente la cremallera de su pantalón dejando el teléfono cerca de su hombro.

—¿Por qué haz hecho eso? —preguntó Harry con voz autoritaria.

ESE HOMBRE LO TENÍA MAL. Aunque era bastante sensible, Harry estaba aprendiendo a usar el tono de voz adecuado, y las palabras correctas.

Y es que había decidido que quería a alguien que lo controle. ¿Qué mejor opción que Harry? Se le hacía agua la boca nada más imaginar las manos de Harry en su cuello, después de decidir dejar de cuestionarse sus preferencias sexuales, dejó que aquellos cochinos pensamientos entraran. Y se sentía feliz de que la persona que le gustara tanto siguiera su línea de deseos. Estaba casi completo.

—Porque quise. Me dio la gana de mandarla —expresó, sólo para provocarlo.

—Hey —manifestó Harry, advirtiendo.

—¿Qué?

—No le respondas así a Daddy —luego agregó—: por favor.

—Lo siento.

Le daba risa la línea de pensamiento de Harry, intentando dominarlo, pero igual sucumbiendo ante el deseo que le tenía.

—¿Qué? —Harry no había escuchado, gracias a Dios. Malfoy suspiró y dijo.

—Nada.

—Te tengo ganas, Draco. Muchísimas ganas... quiero tenerte encima de mí brincando.

Draco se estremeció.

—Sí, sí, baby lo necesita.

—Me encantas. Y te quiero. Eres tan lindo. Soy feliz porque me perdonaste las cagadas que hice.

—Harry, por Dios, háblame rudo. Olvida eso que pasó. Fueron simples circunstancias que ya tenemos que olvidar.

—Oh, mierda. Cierto, perdóname.

—Está bien, cariño. Ahora dime lo que me quieres hacer. Exagéralo.

—Quiero correrme en tu boca, y que te lo trages todo. Y luego escupirte...

Draco viró los ojos.

—Oh, sí, Daddy, sí. —El más joven abrió la boca y luego se mordió el labio inferior.

—Eres mío, mío y de nadie más.

—Tuyo, tuyo, hazme lo que quieras —gimió—. Soy tu puta.

—Y nadie más puede tocar al bebé de Daddy. ¿De acuerdo?