You are my hero [TodoBaku] #BNHAwards19

Capítulo 42: Momentos inolvidables

Hayashi comenzó a recordar pedazos de su vida, de su niñez. Del tiempo que solía compartir con su padre, Yuki. Recordaba varias cosas de él; su cabello albino que siempre estaba un tanto alborotado, sus ojos grises que se hacían pequeños al sonreír. Recordaba aquellas veces donde su padre lo ponía encima de sus hombros mientras le sujetaba de las manos para que no cayera, mientras que el pequeño albino podría admirar del hermoso paisaje del atardecer en aquel parque donde su madre siempre solía estar con ellos. Recordaba bastante bien la escena donde su padre se acercaba cuidadosamente a su madre, mientras le acariciaba de las mejillas para luego besarle. Quería regresar el tiempo, y disfrutar mil veces más el estar junto a él, pero el tiempo ya no retrocede y el hubiera ya no existe. Sólo le quedaba resignarse, y guardar en su memoria aquellos momentos que pasaron juntos.

—Hide, por favor vuelve a nosotros —decía una angustiada Fuyumi a la lejanía.

Cuando Hideaki pudo volver a reaccionar, se dio cuenta de que lo habían recostado en uno de los sofás de la sala. Allí estaban sus primos con caras de gran preocupación, y un poco más alejado se encontraba Endeavor de brazos cruzados. Parecía estar preocupado, pero quizá era su imaginación.

—¿Qué ha pasado? —Responde Hideaki tomando un poco su cabeza, se sentía un poco mareado.

—Entraste en una crisis nerviosa, no sabíamos que hacer y Enji llamó al doctor, creó que ya no tarda en llegar —dice Shõto de forma tranquila, pero igual con la preocupación muy en el fondo.

—No llamen a nadie, estoy bien, es solo que... de verdad no recordaba esa parte de mi niñez, pero ahora puedo recordarlo con exactitud —dice Hide apretando sus puños, se sentía impotente—. Endeavor, ¿por qué dejaste que te odiara todo éste tiempo? —Pregunta, mientras observa como el pelirrojo se acerca a ellos.

—¿Qué no es obvio? Lo hacía para protegerte —dice Enji, dejando perplejos a todos en aquella sala.

—¿Para protegerme? —Responde el albino sin poder comprender.

—Sí, sé que cuesta mucho creerlo pero lo hice, siempre he protegido a mi familia, quizá no de la forma correcta pero lo hago —dice Enji, dando la cara a su familia después de tanto tiempo.

—Protegernos es lo menos que has hecho, viejo —dice Todoroki esta vez a la defensiva.

¿Quién se creía el viejo para hablar de esa manera? Ni siquiera ser llamado padre se merecía. ¿Por qué de la nada salía con estas cosas?

—Aunque no quieran creerlo, los he protegido a todos, quizás muy a mi manera. Shõto, a ti te he entrenado duró, y mírate ahora, has crecido demasiado en cuánto a tus poderes, lograrás ser un héroe y todo me lo debes a mí. Fuyumi, dejé que estudiarás a pesar de que fueras mi única hija, podrías estar aquí atendiendo la casa, pero eres muy independiente. Y tú Natsuo, aunque me cueste admitirlo llevas muy bien los negocios, aunque siempre me llevarás la contraria, sé que las cosas las haces por ti, por mejorar y ser una mejor persona. Todos ustedes han intentando reconstruir sus personalidades y ser distinto de mí, pero siguen siendo mis hijos y eso no cambiará. Quizá parezca que nos los quiero, pero en estos últimos años he aprendido a convivir con ustedes, a pesar de su odio. Están en todo su derecho lo sé, pero nunca olviden el que yo daría mi vida por ustedes si es necesario, después de todo, llevan mi sangre y son Todoroki, son fuertes, independientes e inquebrantables y es por eso que estoy orgulloso de cada uno de ustedes, al menos en silencio —dice Enji terminando el discurso que dejó a la mayoría con ojos abiertos, y con una sensación extraña abarcando en su corazón.