You are my hero [TodoBaku] #BNHAwards19

Capítulo 45: Confesión impactante

Instituto U.A.

La semana había pasado tan rápido como empezó, siendo ya fin de semana los alumnos de la Academia Aizu se habían presentado en Yuei para el entrenamiento semanal. Aizawa les había reiterado que la razón por la cuál les hizo escoger de manera que estuviesen seguros de su pareja de entrenamiento, era porque con esa debían estar entrenando cada que vinieran. Bakugõ al enterarse de eso, quiso darse una palmada mental. Recordaba que había escogido al azabache y ahora ya no estaba tan seguro de querer estar con él. Además se sentiría un tanto incómodo, ya que solo paso algunos días de que Haru se había confesado a él, y también recordaba haberlo rechazado. Esa era la razón por la cuál no quería estar con él, aún se sentía incómodo con su presencia.

—Ya es hora, pueden reunirse, sigan el mismo método de la semana pasada. A estás alturas ya deben conocer la técnicas de su compañero de equipo —dice Aizawa mientras observa como los alumnos de ambas academias comienzan a buscar su compañero.

Bakugõ intento hacerse el aburrido mientras veía como el azabache se acercaba a él.

—Bueno, empecemos, ¿no? —Dice Haru de forma seria, pero a la vez calmado.

Eso extraño un poco a Bakugõ, ya que su sonrisa altanera no estaba ahí. Ahora solo parecía un chico normal, que estaba dispuesto hacer el entrenamiento de forma seria. El rubio cenizo solo asintió y se alejaron un poco para entrenar, aún así tenía esa sensación de incomodes, aunque Haru parecía ignorarlo ese día.

Luego de unas arduas horas de entrenamiento, se encontraba Bakugõ todo acalorado y sudando. Mientras que Haru se veía normal, pero si un tanto agitado. Les habían dado un receso para que pudiesen comer, y ellos decidieron ir a la cafetería donde los demás alumnos entraban. Pero ellos se habían apartado de todos, sentándose únicamente en una de las mesas. Además Bakugõ necesitaba hablar con él, sentía que debía pedirle alguna disculpa, aunque no debía, algo dentro de él le decía que tenía que hacerlo aunque le doliese en su orgullo.

—Oye, Haru yo...

—No digas nada, Bakugõ. Sé lo que harás, me pedirás una disculpa y yo no quiero eso, ojos de manzana —dice Haru haciendo que Bakugõ se sorprenda tanto por sus palabras, como la estúpida copia de sobrenombre—. Estoy bien, digo, nadie muere por ser rechazado por el chico que te gusta. A veces las personas por mucho que se esfuercen en enamorar a esa persona, no se puede, es como querer robarte la rosa que le pertenece a alguien más. No puedo aferrarte a mí, eso no tiene sentido —dice Haru con media sonrisa, y un tanto sereno.

—No se que diablos te ocurrió en fin de semana, pero ojos de zarzamora, creo que has madurado un poco —dice Bakugõ sonriendo al chico, el de ojos violetas la correspondió el gesto.

—Sé que no tiene sentido el que yo te pida esto, pero, espero que podamos ser amigos luego de lo que paso. Ahora yo soy el que se disculpa por mi estupidez, fui muy inmaduro contigo, ojos de manzana —dice Haru un tanto avergonzado.