You are my hero [TodoBaku] #BNHAwards19

Capítulo 39: Tus ojos y los míos

Capítulo especial de Fujioka Haru, ya que estoy segura de que algunas quieren conocer a Haru más a fondo, y quizá aquí se den cuenta (tomen el capítulo como un regalo adelantado de San Valentín).

El día tan esperado para ambas academias había llegado. El día de descanso por fin estaba entre sus manos, y no iban a desaprovechar cada momento juntos. El Instituto Yuei y Aizu, habían acordado verse en el centro, quizá iban a un parque cercano eso ya depende de lo que decidieran hacer en aquel lugar.

Cuando ambas academias estaban en ese lugar, comenzaron a dispersarse cada quién con alguien que quisiera hablar. En éste caso, Todoroki y Bakugõ tenían muchas cosas de las que hablar, o por lo menos así lo sentían aquellos chicos.

—Bueno, ¿y qué quieres hacer? Tenemos mucho tiempo para ello —responde Todoroki observando al rubio cenizo, que se mantiene inexpresivo.

—No sé, da igual que hagamos —dice Bakugõ chasqueando la lengua.

El rubio cenizo veía como entre academias hablaban animadamente. Mientras daba un suspiro, a él le hubiese gustado quedarse en la academia, pues no le importaba socializar con aquellas personas, o al menos con algunos sí.

En su campo de visión observó como Haru se acercaba, mientras a su lado sentía que Todoroki volvía a tensarse.

—Bakugõ, necesito hablar contigo —dice el pelinegro sin poner mucho atención al bicolor que se encontraba a su lado.

—Él no hablará contigo —dice Shõto de forma firme.

Haru lo observó con una pizca de enojo.

—Dije Bakugõ, ¿acaso es tu nombre? —Dice Haru mirando desafiante al bicolor que quería acercarse a golpearlo, pero es detenido por el rubio cenizo haciendo que una vez más se sorprenda por su acto.

—Esta bien, helado de fresa. Yo puedo con él, así que hablemos bastardo —dice el rubio cenizo de forma seria, a Todoroki no le pareció buena idea el dejar a Bakugõ solo con Haru.

—¿Seguro? —Pregunta una vez más el bicolor.

—Que esta bien, mitad-mitad —dice Bakugõ sin mirar a Todoroki, y observó fijamente al de ojos violetas que asomo una sonrisa de triunfo.

—Como quieras, estaremos cerca —dice Shõto alejándose sin querer hacerlo, pero respetaba la decisión de Bakugõ y no pensaba contradecirlo.

Confiaba firmemente en el rubio cenizo.

—Toma asiento, será un poco largo —dice Haru sentándose en la banca un tanto serio.

Bakugõ seguía sin tener confianza en éste tipo. Aún así, se sentó sin mirarlo a los ojos.

—Ni creas que pienso caer en una de tus trampas, ya vi que no eres de fiar ojos de zarzamora —dice Bakugõ aún molesto por lo acontecido el día anterior, y de verdad quería saber que sucedía.