El suave sonido de una guitarra me despierta por la mañana.
"Hey there Delilah, what's it like in New York city? I'm a thousand miles away but girl tonight you look so pretty, yes you do. Times Square can't shine as bright as you, I swear it's true."
Una voz ronca acompaña la melodía. Al incorporarme me doy cuenta de que, aunque cerré las cortinas cuando me fui a dormir, dejé la ventana abierta y, la música, viene de fuera.
Aparto un poco la cortina y me encuentro a Harry en la ventana de en frente con una guitarra, pero él no mira hacia aquí y ni si quiera se da cuenta de que le estoy observando. Aparto la cortina un poco más y sigo escuchando.
"Hey there Delilah don't you worry about the distance, I'm right there if you get lonely give this song another listen, close your eyes..."
Su canción para bruscamente y deja la guitarra a un lado mientras suspira.
-¿Así que eres el típico chico que deja las cosas a medias?
En seguida se da cuenta de mi presencia y frunce ligeramente su ceño, extrañado por mi pregunta.
-La canción- explico-. Aún estabas en el principio y ya te cansaste de ella.
-¿Así que eres la típica chica que acosa a su vecino guapo?- cuando sonríe unos hoyuelos se forman en sus mejillas y no puedo evitar sonreír también.
-Si alguna vez tengo un vecino guapo puede que lo haga- me encojo de hombros riendo.
-Golpe bajo- responde riendo también.
-Ayer cuando dijiste que la música a veces también salva vidas... ¿te referías a ti?- pregunto.
-Cuando dijiste que le quitara el a veces, ¿te referías a que a ti también?- pregunta de vuelta.
-¿Puedes dejar de responder con preguntas?- vuelvo a reírme.
-¿Crees que puedo?
Ruedo mis ojos y aparto del todo las cortinas. Me fijo un poco más y veo que, al igual que en mi habitación, su cama está pegada a la ventana. Él no me dice nada, simplemente me dedica una sonrisa y centra toda su atención en su móvil. Su buen humor desaparece de golpe y noto como su cuerpo se tensa mientras escribe algo.
-¿Estás bien?- pregunto cuando deja el teléfono a su lado.
-Sí- responde poco convencido.
-No lo parece...
-Una amiga mía tiene un... rollo con un chico...
-¿A ti te gusta ella?- intento adivinar.
-No- se ríe-. Pero ella es demasiado buena y él es solo... un capullo.
-Cuando alguien te gusta de verdad nunca ves sus defectos, por mucho que la gente te intente hacer verlos.
-¿Experiencia propia?- pregunta.
-Eso dicen...
-¿Aún no le has visto los defectos?
-Sí, pero...- en realidad no sé qué decir.
-¿Y cuales son?- cuando le miro está serio, no hay ni un rastro de burla en su cara.
-Pues...- suspiro antes de empezar a hablar-. Muchas veces no contesta a mis mensajes, sale de fiesta prácticamente todos los días, cada vez que intento hablar con él acaba gritándome...- cuando las palabras salen de mi boca, aunque sé que son ciertas, me siento mal por hablar así de Siva. Así que paro de de golpe.
-¿Y por qué sigues con él?
Pienso un momento antes de contestar, mucho más de lo que debería llevarme.
-Porque le quiero- suena más a pregunta que a afirmación.
-No entiendo esa necesidad que tenéis las chicas de salir con el típico chico malote aunque os trate como a la mierda.
-Yo no he dicho que me trate como a la mierda...
-Pues en realidad ha sonado como si fuera así.
Me encojo de hombros y él me lanza una sonrisa triste. Probablemente ahora se esté compadeciendo de la pobre idiota que sale con un chico al que no le importa en absoluto. Pero yo sigo creyendo que Siva, en el fondo, me quiere y ni él ni nadie va a cambiar mi opinión.
-¿Vas a salir?- pregunto cuando lo veo levantarse.
-Prometí a mi amiga que la iba a llevar al McDonalds y a trepar árboles- sonríe.
-Suena romántico- me burlo.
-Te he dicho que es solo mi amiga- reprocha.
-¿Entonces por qué te preocupa tanto que salga con ese capullo?
-Me preocupo por la gente a la que quiero- responde encogiéndose de hombros.
Por un momento, me gustaría que alguien se preocupara también por mí, cuando en realidad soy yo la que ha dejado a sus amigas de lado por un chico.
Cuando Harry se va, cojo mi móvil y busco en Whatsapp el grupo con mis amigas. Aunque nadie ha hablado por ahí desde junio está entre las primeras conversaciones, después de Siva, Jeremy, Ian y Helen.
En los últimos mensajes enviados a penas hay alguno mío por en medio. Todos son de Jeni, Lydia y Paula. Supongo que ahora tendrán otro grupo igual pero sin mí. La garganta se me seca y siento ganas de llorar, pero no lo hago.
"Os echo de menos."- Gabriella.
Paso al menos cinco minutos mirando la pantalla sin que nadie responda. Empiezo a mirar sus perfiles y noto como se me encoge el corazón cuando veo que están en línea. Tal vez estén hablando por ese nuevo grupo, insultándome por ser tan estúpida. Sus fotos de perfil son diferentes, pero en todas aparecen juntas: en la foto de Jeni salen en la piscina de casa de Paula; en la de Lydia, están en un parque de atracciones, con un enorme oso de peluche; en la de Paula, aparece el reflejo de las tres en el espejo de la habitación de Jeni. Sus pijamas delatan que están en una de nuestras típicas fiestas de pijamas. Bueno, ahora más que nuestras, sus.
"Y nosotras a ti. Pensábamos que ya nos habías olvidado."- Lydia.
Mi corazón da un salto de alegría con su respuesta. Lydia siempre fue la más dulce de las tres. Aunque de las cuatro, la gente solía decir que yo le ganaba. Ahora, supongo que las cosas han cambiado.
*Jeni ha abandonado el grupo*
"Sé que probablemente estéis enfadadas conmigo, llevo todo el verano sin hablar con vosotras y me arrepiento de verdad..."- Gabriella.
"Gab, lo entendemos, pero no sienta bien ser el segundo plato y sabes que Jenni tiene un carácter muy fuerte."- Paula.
"Necesito que hablemos, por favor."- Gabriella.
"Cuando empiecen las clases aclararemos todo, ahora mismo no queremos broncas."- Paula.
Al leer eso mis ojos empiezan a llenarse de lágrimas que ya no puedo evitar, y si mi vida se estaba desmoronando a medida que Siva se distanciaba más, ahora que mis amigas también lo hacen, se ha derrumbado por completo.
Estoy harta de perder gente. Estoy harta de mi vida. Estoy harta de todo.
Cojo mi móvil otra vez y envío un mensaje a Siva.
"Te necesito."- Gabriella.
"Ahora estoy ocupado."- Siva.
Mi corazón se para. Espero a que me pregunte qué me pasa por lo menos, a que se preocupe por mí aunque no pueda venir a verme. Pero no lo hace. Nunca lo hace. Por un momento, quiero decirle que también estoy harta de él. Pero a medida que lo escribo me doy cuenta de que si lo hago, estaré completamente sola y nunca nada me había dado tanto miedo como eso.
