Capítulo 19. Harry.

186 12 4
                                    

Está anocheciendo. El cielo está coloreado de tonos malvas, rosáceos y naranjas. Gabriella, sigue observando como se apaga el día para dar paso a la noche, junto a mí, tirados en una enorme toalla sobre la arena. Ella, apoyando su cabeza en mi pecho, y yo, rodeándola con uno de mis brazos, acercándola más a mí, abrazándola. 

Su boca deja escapar un bostezo que la hace verse demasiado adorable y, aunque me gustaría pasar mucho más tiempo aquí, junto a ella, sé que mañana ambos empezaremos las clases y deberíamos descansar.

-Creo que tenemos que irnos- mi voz suena débil, sin ganas, decepcionada.

Gabriella asiente antes de sentarse y mirar como me incorporo yo también.

El día de hoy ha sido el mejor de todo el verano, sin duda. Gabriella es una de esas personas que tiene el don de conseguir que te rías todo el tiempo, es adictiva, hace que no quieras separarte nunca de ella y, además, el tiempo a su lado es relativo, cuando estoy sin ella pasa lento y, cuando estoy con ella, en un suspiro.

Habíamos pasado la tarde como dos niños pequeños, salpicándonos en el agua, llenándonos de arena y corriendo de un lado a otro, pero no puedo negar que mi parte favorita era cuando de repente soltaba todo el aire en una carcajada por cualquier tontería que yo decía. Después, sacudía la cabeza y se acercaba a mí. Susurraba muy cerca de mis labios "eres idiota" y después me besaba. Acariciaba la piel de mi espalda y agarraba mi pelo al tiempo que sus piernas volvían a rodear mi cadera.

Echo un vistazo a Gabriella, que no ha dicho nada desde que nos subimos al coche y la veo profundamente dormida, con la cabeza apoyada al cristal. Se ve tan tranquila, tan perfecta. De repente su móvil suena, lo veo iluminarse porque lo lleva sobre las piernas. "Llamada entrante de Ian" logro leer en la pantalla. Y me da demasiada pena despertarla así que lo cojo poniendo el manos libres.

-¿Gab?- escucho a su hermano preguntar.

-Soy Harry, Gabriella se quedó dormida en el coche, pero ya estamos de camino, ya estoy aparcando.

-Está bien, solo me parecía raro que no hubiera llegado aún. 

-¿Debería despertarla o...?

-Sí, probablemente quiera ducharse y dejar todo listo para mañana.

-Pues no tardará en llegar- le digo antes de cortar la llamada y sacudir suavemente el hombro de Gabriella.

Ella se queja, pero finalmente abre los ojos.

-Hemos llegado.

-Oh...- se estira en el asiento mientras bosteza antes de desabrocharse el cinturón y bajar del coche.

Cuando está de pié frente a mí me dedica una somnolienta sonrisa y pega sus labios con los míos en un beso rápido. 

-Muchas gracias por todo, Harry- suspira aún cerca de mis labios.

Debería ser yo el que le diera las gracias. Antes de conocerla me pasaba los días pensando en Kassandra, sintiéndome la persona más desgraciada del mundo porque ella no estaba a mi lado. Miraba sus fotos en mi móvil. Todas las fotos que le había sacado, que no eran precisamente pocas. Veía como salía bien en todas, no había ni una en la que no saliera preciosa. Porque lo era. Era la chica más guapa a la que jamás había conocido, o al menos, eso pensaba hasta que Gabriella llegó a mi vida. Pero nunca iba a admitir lo mal que lo había pasado después de decirle a Kassandra que no la quería, que debería irse a España, porque yo ya no quería que estuviera a mi lado. Nunca me había dolido tanto decir algo como aquella vez. Aún más viendo como caían lágrimas de sus ojos mientras me suplicaba que no la dejara, acariciando mi brazo, rezando porque solo fuera una pesadilla. Ojalá lo hubiera sido. Pero no lo fue y, tampoco puedo quejarme, encontrar a alguien como Gabi era lo mejor que podía haberme pasado nunca y no lo habría hecho si las cosas con Kassandra no hubieran terminado.

La chica de la ventana- Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora