Final

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Narra James

Otro día en el hospital esperando por ella, la extrañaba demasiado, joder.

 Estaba sentado en el sofá de siempre, a su lado, ya estaban por empezar las vacaciones de invierno, solo faltaban dos días, y solo dos semanas para sus dieciocho años y todavía no había mejoría, ¿Qué infiernos hizo ella para merecer esto? ¿Por qué Dios se lleva a las mejores personas? Aunque en parte, todavía no se la llevó, solo en parte, aún estaba aquí pero estaba más allí, y eso me hacía un enorme nudo en la garganta.

 Tenía ganas de golpear cosas, de patearlas, de golpear una pared hasta que mis nudillos sangren, esto era agotador, me sentía cada vez más culpable y cada vez mas indefenso por no poder hacer nada para salvarla, ¡Nada podía hacer! Los médicos me han dicho que a ella le ayudaba que yo esté ahí siempre acompañándola, que a pesar de no estar consciente ella sentía, pero ¡No! ¡No la estoy ayudando! ¿Ella está despierta? ¡No! Está conectada a millones de tubos sin poder respirar mientras cada quien sigue con su vida, ¿Por qué no despierta de una vez?  

 Cogí su mano, como hago todos los días para sentirla, le di un suave beso y unas lágrimas se me escaparon, luego más, y más.

—¡Ya no soporto esto!—exclamé sollozando aún agarrando su mano, pero escondiendo mi cara entre mis brazos sobre su camilla, lágrimas y lágrimas empapaban su suave mano así que levanté mi cabeza y estaba por secar su mano cuando otro movimiento, me asusté porque creía que otra vez había sido un mal funcionamiento de su cerebro pero no, esta vez no sonó ninguna alarma, ni ningún pitido, es más, su pulso aumentaba. 

 No dejaba de mirar su mano esperando otro movimiento, esto en realidad parecía un avance ¿debería llamar a las enfermeras? Sí, debería, así que me acerqué al botón que debía apretar para llamar a la enfermera cuando me doy cuenta que otra vez los párpados de Emma temblaron.

—Por favor, que no sea como la última vez.—Supliqué en un susurro, aún mirándola, sus párpados parecían en una lucha entre abrirse o no, debía llamar a la enfermera.

 Pulsé el botón y llegó una enfermera casi corriendo, también con ella la madre de Emma, sus abuelos se encontraban aún durmiendo en el hotel y Amy y John igual, hoy había venido más temprano e iba a faltar a clases, estaba melancólico y la extrañaba demasiado, no soportaría un día de clases así.

 La enfermera me miraba expectante mientras yo seguía observando los párpados de Emma, ella pareció entender y observamos los tres, me acerqué mas a ella tomando su mano.

—Despierta, preciosa, vamos.—Le supliqué mientras apretaba suavemente su mano.

—Despierta, hija.—Suplicaba la madre de Emma con voz llorosa.

 Levanté su mano, la besé y sentí un suave apretón, demasiado suave, levanté mi vista rápidamente y la miré, estaba abriendo sus ojos, muy poco, pero lo estaba haciendo y otra vez, lágrimas, no creía que escondía a una persona tan sensible dentro mío.

 La enfermera se acercó a ella, aún no abría los ojos del todo, era solo una pequeña ranura. Su madre ya se encontraba a su lado, sujetándole la otra mano y otra vez sentí un suave apretón en la mía, y al parecer también hubo uno en la de su madre porque comenzó a llorar desconsoladamente, al igual que yo.

—¿Emma?—Dije casi en un susurro, no quería asustarla.

—Hija, ¿Puedes sujetarme de nuevo la mano?—solloza.

 Otra vez, el apretón. No podía describir mi felicidad en este momento, era como algo infinito pero multiplicado más infinitas veces.

 Permanecimos en silencio mientras Emma seguía intentando abrir un poco más sus ojos, y luego de unos largos minutos lo logró, abrió sus ojos no del todo, pero se notaba que ya podía vernos. Me miró y le sonreí, luego miró a su madre y luego otra vez a mi, luego trató de mirar sus manos donde aún estábamos nosotros sujetados, oh Dios, ella ya había despertado, mierda, ¡Esto es jodidamente real!

—¿Puedes pronunciar alguna palabra, Emma?—Le preguntó la enfermera.

 Emma trató de pronunciar algo pero solo balbuceó, no podía hablar todavía, pero emitir sonido sí, ella estaba viva, por fín estaba otra vez aquí.

 Quería abrazarla, besarla, quería que ella me besara a mi, que me abrazara, que estemos juntos, todo quería de ella, todo, estaba más ansioso que antes ¿Cómo podía ser eso?

—¿Emma?—La llamé y me miró, una leve sonrisa se asomó de sus labios, y yo que pensaba que me iba a odiar cuando se despertara.

 Intentó hablar, nuevamente.—James.—dijo en un mínimo susurro, dijo mi nombre, luego de tanto tiempo y volvió a apretar más mi mano, y esta vez la mantuvo así, luego miró a su madre que ya estaba llamando a toda la familia diciéndoles la noticia, ella ya había despertado.

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¡Hola! Esta novela la he escrito en un día, quería hacer algo corto pero que sea emotivo y que les guste leerla, les aviso que la novela NO HA TERMINADO AQUÍ, falta el epílogo, faltan cerrar varias cosas y espero que les guste, gracias por leer y si no les gusto diganme, fue algo que se me ocurrió en el momento y estaba muy inspirada así que decidí escribirlo, fue la primera historia que terminé así que estoy muy orgullosa de mí misma JAJAJAJA mentira, solo estoy feliz, espero que les haya gustado y esperen el epílogo :) 

Letters for herDonde viven las historias. Descúbrelo ahora