cap.1

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Capítulo 1. Despierta.

Sleeping With Sirens – Don’t you ever forget about me.

Abrí los ojos y automáticamente me dieron ganas de volver a cerrarlos. Siempre odié levantarme temprano, no era una persona mañanera, no me gustaba que me hablaran ni cuando despertaba ni cuando desayunaba ni cuando comía ni siquiera me gustaba que me saludaran cuando estaba saliendo de casa, que en realidad no era una casa, solamente era un velero que reposaba entre los muelles de Tasmania. No había vuelto a Londres en dos años ya. No era porque no quisiera regresar, mamá y papá estaban intentando reponer su matrimonio, pero creo que las cosas iban de mal en peor, por lo que probablemente se separarían pronto y yo no quería estar en medio de ello. Landon era quien estaba lidiando con los platos rotos. Él cuidaba de mi madre.

Landon vivió también en Sídney por un tiempo. Él y Jamaica dieron un recorrido por el mundo hace un año pero Nicky necesitaba de atenciones que ella no podía dejar de lado siendo su madre, además de que no eran ricos y el dinero que tenían ahorrado para la universidad, se había acabado, así como las facilidades de andar de mochileros, no eran tan ciertas como el mundo contaba. Les faltaba comida, lucharon contra el mal clima, y la gente no siempre era tan amable como contaban. Jamaica extrañaba mucho a su hijo, por lo que volvió en un tiempo muy breve.

Me enteré que entre ellos había algo, siempre andaban por el mundo, en bodas, casándose en ceremonias y ritos, pero nunca concretaron nada, a veces hablaban por horas en el teléfono, y cuando se veían se miraban de una forma especial, de esas cursis que tanta flojera me daban. Pero yo sabía perfectamente que ese brillo en los ojos de J, jamás volvería. Porque por más que lo intentara, ni él, ni cualquiera de todos los estúpidos con los que se acostó era Russel. 

Me levanté por fin de la cama y miré a mi alrededor. Mierda, ya se veía la luz del sol, rápidamente entré al pequeño baño en el que me di a penas una ducha, creo que hasta me había dejado un poco de champú en la cabeza. Al salir tomé los primeros jeans que encontré, una camisa de vestir negra, mi chaqueta y tomé mi teléfono, las llaves y mi cartera. Luego de ello, salí hacia el muelle y monté mi motocicleta. 

A penas la encendí salí disparado hacia el final del muelle y luego hacia el pequeño sendero que llevaba a la carretera principal y de ahí me dirigiría escuela Australian Maritime College. No, no era porque yo fuera a estudiar ahí, es que era pobre y necesitaba trabajar. Como no tenía 30 años y era de la edad de los alumnos promedio que empezaban a estudiar, me habían solicitado impartir un par de cursos a los estudiantes que entrarían el próximo año. Los que apenas estaban solicitando becas de entrada. 

No tardé muchísimo en llegar, pero en la caseta, como siempre desde el primer día en que vine, tuve problemas para que me dieran el pase puesto que luzco muy diferente a todos aquí. Todos eran tranquilos, con un uniforme pulcro, mientras que yo parecía un vago de 23 años que no tenía un futuro planeado. 

Al final, luego de hablar con uno de los sargentos que se habían convertido en uno de mis amigos, el coronel Gustave Lovatos, me dejaron entrar. Dejé mi motocicleta en el estacionamiento para el personal, y casi corrí hacia el edificio T en el que me encontraría impartiendo los cursos. Cuando llegué al tercer piso, en el Auditorio 287 –B. Fue cuando supe que era el momento en el que mi coraza de nuevo se vendría a flote. 

Entré al aula y antes de que pudiera siquiera contar, noté a un montón de alumnos hablando entre sí, un par de chicas que estaban chismorreando entre ellas. Otro par de sexo dudoso que estaba completamente seguro de que uno de los coroneles los enderezarían y otro par normales que observaban desde las sombras, lo que quería decir que eran peligrosos. Muy peligrosos. 

Me puse al frente, todos estaban bien vestidos y yo era el único harapiento que les miraba fijamente. Todos se quedaron en completo silencio. 

-Bueno, mi nombre es Harry Styles… seré el profesor de inducción en primer semestre. Tendré que hacer lo típico que hacen todas las escuelas así que… empecemos por este lado, nombre, edad y la escuela de la que se graduó –se me quedaron viendo como si estuviera bromeando-. ¿Tengo que escribirlo en el pizarrón para que me entiendan? Rápido, así acabamos con esto más pronto de lo que creen, de todas formas no me los aprenderé y les llamaré, idiota uno y así hasta que complete a los veinticinco que ahora componen este grupo. 

PD: I Love YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora