cap.4

254 15 0
                                    

Capítulo 4. No volverá.

Chills in the Evening – Mcfly 

Estaba recostado en la habitación de Jamaica, tenía a mi alrededor un montón de almohadas y todas estaban acomodadas de tal forma en que mi espalda quedara recta y mi cuello estuviera bien firme con el collarín. No escuchaba ruido alguno, lo que me hacía sentir un poco incómodo. Mis pensamientos eran lo suficientemente poderosos como para arruinar mi calma. Lo que me hacía solamente estar pensando, lo que a su vez m destruía. 

Miré a mi alrededor, nadie estaba sosteniendo mi mano y mucho menos preguntándome qué era lo que yo más deseaba. A lo lejos podía a penas localizar un espejo. No lucía tan mal, a excepción por mi rostro que lucía como un ying yang. Un lado era caucásico por mi color natural y el otro pasaba del negro al morado y luego el amarillento y un poco de rojo por la sangre seca. Estaba hecho un horror. 

Escuché que mi teléfono sonaba. No quería moverme, pero necesitaba estirarme para tomarlo. Con grandes esfuerzos y luego de unas cuantas maldiciones, logré tenerlo en mi mano. Solamente era un mensaje de Gustave. 

“Escuché que pediste un permiso para faltar por al menos una semana, ¿estás bien? ¿Sales de viaje o algo?” – G. 

Sí, él siempre se preocupaba por mí. Era una pena que yo no hiciera lo mismo por él. Creo que cuando estaba conmigo, se sentía como un padre o algo parecido, puesto que sabía que tenía un hijo de veinticuatro años y una hija de veintidós. Sí, era el “amigo” más viejo que había tenido en mi vida. 

“Tuve un accidente, pero yo no pedí ningún maldito permiso. El doctor no me permite volar por lo que tengo que quedarme aquí hasta que lleve un alta emitida por el hospital –H”

No tardó mucho en timbrar mi teléfono. Ahora sabía que lo había preocupado lo suficiente como para gastarse miles de billetes en una llamada de escasos minutos. 

-Estoy bien –dije antes de siquiera decir hola.

- Eso no es lo que me preocupa, ¿qué le hiciste al otro hombre? ¿Sigue vivo? –rodé los ojos y escuché su risa-. Ya enserio, ¿qué te pasó amigo?

- Fue en la motocicleta, cerré los ojos por un segundo y ahora estoy casi partido a la mitad –admití puesto que la espalda también me dolía un poco. Un suspiro cansado sonó a través de la bocina. 

- Bien, ¿volverás cuando entonces?

- Probablemente lo haga en dos días, no me gusta faltar, luego pensarán que no soy responsable y al menos cuando vean mis heridas podré mentirles diciéndoles que me atacó un tiburón o un canguro o lo que sea que haya en este lado del planeta –su risa me hizo cerrar los ojos-. Tal vez incluso les diga que tuve una pelea entre pandillas y que estaba defendiendo alguna zona de mis antiguos territorios. 

- Creí que era un buen chico papá –la voz de una mujer me sacó de mi ensimismamiento.

- Lo es hija, solo está un poco sedado –respondió Gustave.

- ¿Quién es la intrusa? –pregunté mientras intentaba mantenerme en la misma posición, una almohada se me había caído y ahora mi cuerpo se estaba moviendo. No podía sostenerme de las sábanas, demonios. 

- Hola –su voz otra vez-. Mi nombre es Rain.

- ¿Lluvia? –pregunté arqueando una ceja.

- Sí, algo así… mi padre que está obsesionado con Guns N Roses –se rió y yo también.

- ¿November Rain? –gritó un sí-. ¿Qué más? ¿Su hijo se llama Axl?

- ¿Cómo adivinaste? –preguntó divertida y yo negué cerrando los ojos. 

PD: I Love YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora