cap.44

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Capítulo final. 44. Pago.

Save You - Simple Plan. 
That if you fall, stumble down I'll pick you up off the ground If you lose faith in you I'll give you strength to pull through Tell me you won't give up cause I'll be waiting if you fall Oh you know I'll be there for you

Estaba sentado en una silla de ruedas con todavía un montón de vendas alrededor del cuerpo. Habían pasado ya dos días desde que desperté y mi cuerpo se encontraba en condiciones para poderme ir. Las cosas legales aún no se solucionaban, por lo que podría estar en libertad o pagando una condena de años por fraude a una clínica médica. Sabía que Brendon estaba molesto, si antes era por solo su lugar de trabajo, ahora lo hacía también por su nieto y por su hija. 

No podía culparlo, él era un hombre de familia mientras que yo simplemente era un chico. 

Chloé apareció de nuevo con una mochila en los hombros, tenía en las manos una carpeta color crema y la puso en mi regazo junto con una bolsa de plástico trasparente con un montón de cajitas blancas de medicamento. 

Ella empujaba mi silla con mucho cuidado por el pasillo. Me sentía un poco nervioso porque ella había acordado que me dejaría ir y ver rápido a Nicky al menos por la ventanilla mientras ella distraía a Jamaica para que yo pudiera hacerlo. 

No quería que me atraparan cerca de él, no quería que nadie se interpusiera entre el pequeño y yo pero la verdad es que temía que me alejaran completamente de él, era mi pequeño tiburón, era parte de mí y si desde ahora que había estado solo un par de días lejos de él ya le echaba de menos... tener toda la vida lejos me mataría poco a poco. 

Llegamos al pasillo en el que estaban esas habitaciones después de haber atravesado casi medio hospital. Chloé me miró con media sonrisa y se puso en cuclillas frente a mí-. Necesito que estés tranquilo, es un pequeño niño y ahora sabe que no volverá a caminar... su madre está como una leona ahora, y te odia. No necesitas más problemas, ¿de acuerdo? -asentí-. Bien, ahora vuelvo. Habitación 899. 

Ella comenzó a caminar, se acercó a alguna puerta y después de un momento Jamaica apareció en el umbral junto con ella. Me levanté con cuidado y me oculté en una de las escuadras entre los pasillos. Asomé un poco el rostro y ninguna estaba ahí. Supuse que Chloé la había llevado un poco lejos de aquí. 

Caminé un tanto apresurado hasta la puerta de la que habían salido. Luego de respirar rápido por unos segundos, entré y cerré rápido la puerta detrás de mí. Sé que no tenía mucho tiempo pero pensaba aprovechar hasta el último segundo con él. 

Levanté la mirada y noté que el pequeño niño me estaba observando. Tal vez no me recordaba, tal vez me odiaba, pero no me apartaría de él sin despedirme.

Caminé hacia donde estaba la camilla y sonreí cuando él alzó los brazos hacia mí. Me senté en el borde y lo abracé tanto como pude. Todo el cuerpo me dolía pero no me importaba, lo único que quería era estar con él, quería poder decirle que todo estaría bien, que las cosas se calmarían y que todo este sufrimiento terminaría. Quería poder prometerle y asegurarle un gran futuro. Pero no sabía ni siquiera lo que me depararía mañana, lo único que sabía era que él podría ser feliz, tenía decadas para serlo. 

- Lo siento, lo siento -susurré una y otra vez-. Escúchame, no tengo mucho tiempo. ¿Ya sabes que tu mamá jamás me volverá a dejar verte, verdad? -asintió con lágrimas en sus preciosos ojos-. Mira, tu mamá y yo hemos terminado con nuestra amistad... yo la amo, la amo tanto como te amo a ti, ¿si? Entiéndelo, pero no puedo estar más con ustedes. Cuando la gente hace cosas malas y hace daño a otras personas, tiene que pagar las consecuencias, tiene que ser castigado. 
- ¿Jamás vendras otra vez? -preguntó y yo negué con la cabeza.
- No puedo, tiburón... no puedo -susurré- tú sabes que yo daría lo que fuera por poder estar contigo, lo sabes -asintió- lo lamento. 
- Ya nunca podré caminar -dijo mirando con nostalgia hacia sus piernas. Puse mis manos en ellas y negué. 
- No, no podrás -susurré- pero podrás hacer muchas cosas, ¿si? Sé que mamá te ayudará a que hagas todo lo que los demás niños hacen. 
- No es cierto... -dijo él en un sollozo. Mi corazón se comenzaba a sentir cada vez más destrozado.
- Es cierto, mírame -pedí y él lo hizo- tu padre no tenía este brazo... -dije tocando su bracito izquierdo- y tu papá podía darme una paliza en el X-box. Me golpéaba con su bastón o me aventaba las cosas, aunque fuera como niña -él sonrió, ahora sus sonrisas eran como pequeños milagros. 
- Pero no podré correr nunca -negué apretando los labios.
- Pero tendrás un batimovil, como tu mamá alguna vez -él recargó su cabecita en mi brazo y besé su frente-. Te prometo que algún día... algún día voy a volver Nicholas... volveré contigo. ¿si? 
- ¿Lo prometes?
- Lo prometo -susurré mirándolo fijamente- dame un abrazo. 

PD: I Love YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora