Capítulo 42. Te cazará.
If I lose Myself -OneRepublic
Estaba sentado esperando a que Jamaica volviera de la sala en la que Nicky se encontraba, yo todavía no podía entrar a verlo, creo que estaría estrictamente prohibido muy pronto. La policía buscaba un culpable. Gracias al cielo, esta vez había sido el camión el que se pasó un alto y no yo el que había ocasionado la colisión.
Veía mis manos detenidamente. Estaban repletas de rasguños y moretes, me preguntaba donde las había dañado tanto. Supongo que el choque y los vidrios habían logrado aruñarme un poco. La bolsa de aire me había dañado el cuello pero estaba seguro de que nada me dolía más que el corazón.
Estaba realmente preocupado por mi tiburón. Él nunca había tenido la culpa de nada en lo absoluto y había sido el niño más dañado en todo este revuelo. La mayoría de todos los problemas que habían sucedido eran míos, pero Jamaica también tenía algo qué ver. Ella era su madre. Ni siquiera sé cómo es que Nicky puede escaparse así de nosotros y simplemente irse. Digo, sabía que en Sidney hacía eso cuando quería estar solo pero nunca puedes dejar a un niño solo especialmente a esa edad.
Metí mis manos entre mi cabello y esperé a que alguien me diera informes. No perdí mucho el tiempo puesto que Jamaica apareció al final del pasillo.
Tenía el rostro pálido y al parecer estaba a punto de gritarme un montón de obsenidades. Se acercó a mí y parpadeó un par de veces antes de decidir de qué enfermedad me iba a morir-. Tienes qué tomar tus cosas e irte de aquí.
- Lo haré, pero por favor, dime... ¿ha despertado? -no me sorprendió su petición de hecho, era una orden y yo estaba seguro de que la acataría.
- Eso... eso no te importa -dijo levantando las manos y poniéndolas en sus oídos- por favor, lárgate de aquí. No quiero volver a verte. No cerca de nosotros. Ni de Nicky, ni de mí. De nadie, si te largas de Londres por mí mejor.
- Escúchate -pedí- te estoy haciendo una simple pregunta. ¿Ha despertado?
- ¡No! -me gritó despiadada y empujándome-. ¡No ha despertado y no sé si lo haga! ¡Es MÍ hijo!
- ¡Yo sé que es tuyo! -grité-. ¡Ha sido mi culpa y lo siento! ¡No sabía que iba en la camioneta!
- ¿Cómo demonios no sabías? ¡No es un perro, ni una pelusa! ¡Es un niño de seis años! ¡No es invisible!
- ¡¿Entonces por qué también se te escapó a ti?! -exploté-. ¡No soy su padre!
- ¡Jamás llegarías a ser como Russel era!
Apreté los puños intentando mantenerlos a los costados de los muslos. Una frase más como esa y mi mano se iría a su boca. Tragué saliva y desvié la mirada hacia el suelo. Estaba molesto, pero más que furioso... estaba inconsolable. Estaba triste. Decepcionado y lleno de recuerdos.
- ¿Crees que no lo sé? -pregunté mirándola fijamente a los ojos-. ¿Crees que no sé que él haría mejor las cosas que yo? ¿Crees que hubiéramos llegado a esto con él aquí? Yo nunca, jamás llegaré a ser ni la mitad de lo que Russel era. Pero Russel ya no está aquí. Russel dejó de existir años atrás y lo único que tenemos de él son sus recuerdos. No dejemos que eso arrastre a Nicky también. Russel se ha llevado mi alma entera. Pero me la devolvió con un pequeño niño.
- Simplemente no puedo perdonarte Harry... ya lo he hecho tantas veces, pero estoy tan molesta. Estoy tan agotada de verte. Simplemente lárgate de mi vida. Vete... Vete antes de que diga algo de lo que pueda arrepentirme.
...
Irme del hospital ha sido lo más difícil que alguna vez hice. Ni siquiera había llegado a la cuadra siguiente cuando mi corazón y todo mi cuerpo me decía que volviera, que no la dejara sola, que el pequeño me necesitaba, pero a quién demonios engañaba, ella en verdad me odiaba. Las cosas estaban por ponerse aún más difícil. Si mi pequeño tiburón nunca despertaba... Jamaica se desmoronaría... fallecería.
